NOTAS INDECENTES | SAHYO

Nota 9

-Im Nayeon, ¡Eres una maldita perra traicionera!

Una muy enojada Jihyo había entrado al baño de la escuela acorralado a su amiga contra la pared de manera amenazante.

-Oye, se que soy una perra pero ¡¿De qué mierda estas hablando?!

-Claro que lo sabes ¡Doble cara!.

-¡No!, ¡No tengo idea de lo que hablas! ¡Ahora aléjate de mi! -la apartó empujando sus hombros.

-¡Les dijiste que soy yo! -apretó con fuerza su puño y un segundo después estaba lanzandole una bola de papel a la cara que la contraria logro atrapar.

Lameculos Malparida:

Clavaría mi espada tan adentro de ese culo que quién logre sacarla sería el próximo Rey Arturo.

P.J son las iniciales de lo que verdaderamente eres.

Creo que es momento de decirte que eres una gran ingenua confiandole tus secretos a personas que luego no pensarán dos veces antes de delatarte.

Exacto, una de las personas en las que más confías me lo dijo, me dijo quién eres y espero que te detengas, sino sufrirás las consecuencias maldita loca.

Minatozaki Sana.

-Esto es un chiste -pronunció Nayeon respirando lo más profundo que podía.

-La única persona que lo sabías eres tu, se que querías que me detuviera pero no encuentro la necesidad de caer tan bajo como para hacer esto. -decía apoyada sobre el lavamanos con indignación y furia.

-Estas comportandote como una gran idiota.-Dijo negando- ¿Puedes pensar un segundo? -le dió un golpe en la cabeza y le devolvió el papel con brusquedad.- ¿Cómo podría yo hacerte eso? Me decepciona, Jihyo, que creas eso de mi luego de tanto tiempo. -la chica respiro con pesar- Solo te lo diré para que entiendas, usaron tu subconsciente culpable para hablarte de una supuesta traición que nunca sucedió, si supieran quien eres a lo sumo hubieran utilizado tu nombre, el mio, hubieran procedido de otra forma.-se acercó y con su dedo índice toco varias veces el hombro de la contraria- Si aquellas chicas conocieran tu identidad esta mañana no te hubieran hablado, la carta ya estaba escrita y realmente dudo que sean capaces de fingir toda una escena para un plan desconocido pero posiblemente de venganza.

Jihyo mantenía su vista baja.
Se sentía como cuando era niña y su madre la reprendia. Primero le hacía ver todos los errores y al final la castigaba.
Se comenzaba a sentir realmente tonta.

-Lo siento, tal vez actúe por impulso y se que no deb...

-No, ¡claro que no debiste! -Im realmente quería golpear a su amiga, la había ofendido demasiado. Pero por el simple hecho de que la ira no conduce a nada, tomó una decisión que le daría una lección a la otra. -Puedes irte a la mierda Jihyo, y ahora estas sola, ve a ver si alguien puede soportarte...