Capítulo 11

224 28 1
                                    

- ¡¿Que día es hoy?! ¡¿Que día es hoy?!- gritaba Jeongyeon desesperada buscando algo que le indicara la fecha. Tomó su teléfono frente la atenta mirada de todas y luego de eso comenzó a saltar.

A quien le interesaba si estaba en el medio de los pasillos llenos de personas, había ganado una apuesta.
Sólo que nadie había entendido aún pues había interrumpido lo que Sana le estaba contando a sus amigas.

-¡Ja! Hoy mismo se cumple una semana idiotas.

-¿Y eso signifi...-la pregunta de Mina se vió interrumpida cuando lo entendió todo.- ¡No! Ni pienses que te daré mi dinero.

-Esto es demasiado injusto. -decía la Taiwanesa frunciendo el ceño-Hace unos días ella lo estaba dudando, ¡Debo tener un porcentaje de ese dinero!.

-Claro que no, ella lo acaba de confirmar aquí y ahora.- Yoo sonreía con burla a todas- Por favor Sa, repite lo que dijiste hace un momento.

-¿Antes de que tu grito perforara mis tímpanos? -pregunto con su ceja elevada. Estaba ofendida porque la habían interrumpido en medio de su fantasía pero ya que, rodo los ojos y lo dijo. - Jihyo me gusta.

-¡Mierda Sana! ¿Porqué eres así? -se quejó Tzuyu cruzandose de brazos.- Se supone que tenías que haberlo dicho antes.

- No, deberías haberlo dicho la semana que viene.- gruñó Momo sacando dinero de su mochila.

Jeongyeon abrió la palma de su mano en el centro del grupo y tanto Mina como Momo depositaron el dinero. La única que se negó a hacerlo fue Tzuyu.

-Ni lo sueñes.

-Dame el dinero.

-Si lo quieres entonces ven a buscarlo. - la miro desafiante buscando sacar a la Jeongyeon agresiva.

Es que la situación de las dos se había vuelto aun más complicada.
Ya no discutían tanto como antes y Jeongyeon no se encontraba siempre a la defensiva, aunque eso no quiere decir que hablaran del tema o si quiera del beso, ninguna de las dos hacia algo al respecto. Estaban algo distantes pero la tensión nunca dejaba de sentirse y las miradas parecían ser mucho más intensas que antes.

Lo que Tzuyu quería lograr era que Jeongyeon dejara su orgullo a un lado como para por lo menos llevar una amistad normal si es que no quería una pareja.

- Lo tendré, en algún momento lo tendré.

-Te espero aquí entonces. -sonrió disfrutando la expresión de vergüenza y furia de la contraria.

- Como sea, ¿Podemos terminar de escuchar la historia de Sana?. -preguntó Momo.

NOTAS INDECENTES | SAHYODonde viven las historias. Descúbrelo ahora