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-Casiopea estás lista?.-Pregunto Remus desde la planta baja de la casa.

-Ya voy!-Grito la pequeña, para luego darse una última mirada en el espejo.-Te ves increíble.-Dijo hacia su reflejo, para luego bajar.

Pasar tiempo con Sirius ya le había afectado.

-¿Otra vez mirandote en el espejo?-Pregunto Remus con diversion, mientras la abrazaba.

-Esque como no hacerlo? ¿Acaso no viste la preciosura que tienes por hija?-Respondio Casiopea, mientras le devolvía el abrazo.

-Enserio te está afectando pasar tanto tiempo con Sirius.-Dijo Remus fingiendo preocupación.

-En fin, luego seguimos hablando de lo bien que me hace estar con Papa, ahora debemos ir a buscar a mí nueva o nuevo hermano.-Dijo Casiopea mientras saltaba de la emoción.

-Okey, primero deja que llamé a tu padre.-Dijo Remus, para luego aclararse la garganta.-SIRIUS DEJA DE MIRARTE EN EL ESPEJO Y BAJA YA!.

-Oh vamos Remus, como quieres que deje de hacerlo?, ¿Acaso no viste la preciosura que tienes por esposo?-Pregunto Sirius con una sonrisa arrogante.

-Si, definitivamente no dejaré que pases más tiempo con Sirius.-Dijo Remus decididamente, mirando a Casiopea.

•••

-Bien no me sueltes la mano okey?.-Pregunto Remus mientras tomaba la mano de Casiopea.

-Okey.-Contesto desinteresadamente.

Realmente Casiopea no estaba prestando atención, ya habían llegado al orfanato; era un lugar en muy buen estado, tenía sus ventanas y puertas en un buen estado y su pintura estaba intacta, sin dudas era mucho mejor que en el que había estado anteriormente Casiopea.

Al entrar por dentro el lugar se veía igual de bien.

Habían muchos niños, algunos saludaban alegremente a Casiopea, otros la miraban con asco por sus cicatrices o al menos eso pensaba Casiopea.

-Ustedes son los señores Black-Lupin verdad?-Pregunto una mujer de ojos verdes, cabello oscuro y un extremadamente delgado cuerpo.

-Oh si, si somos, un gusto soy Remus, y el es mí esposo Sirius.-Saludo cortésmente Remus.

-Esposo!?-Pregunto la Señora algo exaltada, causando que Casiopea se esconda tras la pierna de Remus.

-Si esposo.-Contesto firmemente Sirius mientras tomaba la cintura de Remus.-Algun problema?.

-Oh no, no, no claro que no, solo creí... Ya saben.. que eran una pareja.. Norm- digo una pareja de mujer y hombre.-Dijo la señora con una sonrisa nerviosa.-En fin antes de ver a los niños, deben firmar unos papeles.

-Okey, Casiopea te quieres quedar aquí o bienes con nosotros?.-Pregunto Remus, aunque que ya sabía la respuesta.

-No gracias Mamá Remus, prefiero quedarme jugando con los juguetes.-mintio Casiopea, realmente no quería estar cerca de esa mujer.

-Bien vamos.-dijo la señora.

-Okey portate bien.-Dijo Remus mientras jalaba a Sirius hacia la oficina de la señora.

-Pero yo también quiero jugar con los juguetes!-Alcanzo a escuchar Casiopea como Sirius le rogaba a Remus antes de que cerrarán la puerta.

Luego de soltar una disimulada risita Casiopea se sentó en una mesa que estaba apartada de los demás niño, realmente no tenía ganas de jugar.

Al llegar a la mesa vio que sentada alli había una niña leyendo, la niña tenía el pelo castaño, largo y enmarañado, los ojos marrones, e incisivos bastante grandes.

Always WolfstarTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang