025

86 9 22
                                    

Una vez que Casiopea llego a su mesa se sentó junto a Ophelia y a Newt.

-Es un gusto Casiopea, bienvenida a nuestra humilde casa, como verás yo soy el prefecto de Hufflepuff, me llamo Gabriel Truman.-Dijo un chico rubio, bastante delgado con ojos color miel, de aproximadamente 15 años.-Si necesitas ayuda o tienes alguna duda nosotros los prefectos estamos aquí para resolver tus dudas.

Casiopea solo asintio en modo de respuesta y devolvio su vista al frente, pero no sin antes ver a Edmund quien la miraba fijamente, sin ninguna clase se emocion.

Casiopea decidió ignorarlo y fijarse en la mesa de Gryffindor, al hacerlo vio como Peter y Hermione charlaban alegremente, y como Ron intentaba integrarse a la conversación, cosa que le causó gracia.

Al notar que miraba hacia su dirección los gemelos la saludaron muy alegremente a Casiopea, a lo que ella también los saludo.

-Si las miradas mataran, los gemelos ya estarían 100 metros bajo tierra.-Le susurro Newt al oído a Casiopea.-Y por acercarme tanto yo también lo estaría.

-A que te refieres?.-Pregunto extrañada.

-A Edmund.-Dijo señalando lo con los ojos.

Casiopea se dio vuelta rápidamente y vio como Edmund mataba literalmente con la mirada a Newt.

-Tienes razon.-Dijo Casiopea, pero decidió ignorar el tema y mirar al frente.

Vio como la profesora McGonagall enrolló el pergamino y se llevó el Sombrero Seleccionador.

Casiopea miró su plato de oro vacío. Acababa de darse cuenta de lo hambrienta que estaba.

Albus Dumbledore se había puesto de pie. Miraba con expresión radiante a los alumnos, con los brazos muy abiertos, como si nada pudiera gustarle más
que verlos allí.

-¡Bienvenidos!.-dijo-¡Bienvenidos a un año nuevo en Hogwarts! Antes de comenzar nuestro banquete, quiero decir unas pocas palabras. Y aquí están, ¡Papanatas! ¡Llorones! ¡Baratijas! ¡Pellizco!... ¡Muchas gracias!
Se volvió a sentar.

Todos aplaudieron y vitorearon. Casiopea no supo porque pero también empezó a aplaudir, le pareció algo chistoso.

Casiopea se quedó con la boca abierta. Los platos que había frente a élla de pronto estuvieron llenos de comida. Nunca había visto tantas cosas que le gustara comer sobre una mesa: carne asada, pollo asado, chuletas de cerdo y de ternera, salchichas, tocino y filetes, patatas cocidas, asadas y fritas, pudín, guisantes, zanahorias, salsa de carne, salsa de tomate y, por alguna extraña
razón, bombones de menta.

Casiopea decidió servirse chuletas de cerdo y algunos filetes, siempre que se acercaba una luna llena tenía unos terribles antojos de carne.

-La comida aquí es muy deliciosa.-Dijo Newt.

Casiopea solo asintio y comenzó a comer, al pasar un rato escucho como Ophelia se presentaba por octava vez al prefecto Gabriel, que para sorpresa de Casiopea no parecía cansado o molesto por la misma charla, al contrario el parecia muy atento a cada palabra que decía Ophelia y no era el único, la mayoría de los Hufflepuff eran muy amables con Ophelia, y no se molestaban en escucharla presentarse repetidamente.

En ese momento, Casiopea se dio cuenta de que en la casa de Hufflepuff todos eran increíbles personas, y que no se arrepentiria de quedar allí.

Luego de un rato más todos terminamos de comer y la comida desaparecio, aún que cuando desapareció Casiopea oyó como cierto pelirrojo se quejaba de que le habían quitado su pollo.

Y los prefectos empezaron a guiar a los de primer año hacia sus salas en común.

Mientras iban saliendo del comedor Casiopea se despidió de Hermione, Peter, Ron y Susan, pero no encontro a Edmund, así que decidió seguir a los demás de su casa, cuando de golpe sintió como la jalaban del brazo.

Always WolfstarWhere stories live. Discover now