Always Wolfstar

033

-Porque Howarts tiene que ser tan grande.-Dijo Casiopea jadeando mientras bajaba una de las escaleras.

-No lo sé.-Contesto Newt, que al igual que Casiopea estaba jadeando.-Igualmente nosé de que te quejas, tu si tienes una buena condición física.

-Buena no se, mejor que la tuya, sin duda alguna.-Dijo Casiopea bromeando mientras Newt la miraba mal.

-Mejor sigamos.-Dijo Newt tomándola de la túnica y jalandola.

-Si, por cierto, adónde me llevas.-Pregunto Casiopea viendo cómo salían del castillo.

-Ya lo verás.

-No vas a matarme ¿cierto?.-Pregunto Casiopea al ver cómo entraban en el bosque prohibido.

-Si lo fuera a hacer no te lo diría.-Contesto Newt con simpleza.

-Tienes razón.

Luego de un rato más caminando por el bosque Newt al fin paro.

-Mira Casiopea, te voy a mostrar algo pero no debes contarle a nadie que lo tengo.-Dijo buscando algo en su bolsillo.

-Esta bien, prometo no decir nada.

Una vez que Casiopea termino de hablar pudo ver cómo Newt sacaba algo pequeño parecido a una ramita de árbol.

-El es Pickett y es un Bowtruckle.-Pickett era pequeño, con una altura máxima de veinte centímetros, hecho de corteza y ramas y tenia dos pequeños ojos de color castaño.

A Casiopea le pareció adorable.

-Es adorable!.-Dijo Casiopea.

-Ah estado en mí familia hace algunas generaciones.-Dijo mientras Pickett se le acercaba a Casiopea y subía a su mano.-Parece que le caes bien.

-Eso parece.-Dijo Casiopea acariciándolo.-Alguien más sabe de el?.

-Solo Ophelia, pero.. bueno ya sabes.-Casiopea no se contuvo y lo abrazo.

•••

Luego de volver al castillo Casiopea decidió volver a su sala en común para descansar pero se detuvo porque escucho solloros proviniendo de uno de los pasillos cercanos a la sala en común.

Al llegar al pasillo pudo observar a alguien sentado en el suelo con la cabeza entré sus piernas.

Al acercarse mejor pudo ver qué era una chica, pero no cualquier chica, era Ophelia.

-Ophelia!, ¿¡Que sucede!?, ¿¡Que te paso!?.-Pregunto Casiopea una vez que llego a su lado.

-Enserio quieres saber lo que pasa.-Pregunto en un solloro.

Casiopea solo se limito a asentir.

-Lo que sucede es que ya no aguanto, no aguanto no poder recordar a mí hermano, a mí padre o a cualquier persona, me siento terrible por saber todo lo que sucede pero que de un momento a otro ya no saber nada, odio no poder hacer amigos, y odio no poder recordar a los pocos que tengo, me siento horrible porque en el único momento donde recuerdo todo me la paso llorando por qué no soy lo suficientemente valiente como para ver a mí hermano a la cara y decirle que recuerdo todo, cuando se que al final lo volveré a olvidar.-Decia Ophelia mientras un sin fin de lágrimas brotaban de sus ojos y Casiopea la abrazaba.

Casiopea no sabía que decir, así que decidió seguir abrazandola en silencio.

Luego de unos minutos Casiopea escucho como Ophelia dejaba de llorar y levantaba su cabeza.

-Disculpa, ¿Pero, quien eres?, ¿Y que hago aquí?.-Pregunto con la voz mucho más calmada.

-Soy Casiopea, tu amiga, ven vamos a tu habitación se nota que estás cansada.-Dijo levanto a Ophelia y llevandola hacia la sala en común.