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Ya habían pasado dos semanas de la fiesta del juego, hoy era la última noche en Howarts a la mañana siguiente volverían a casa.

-¿Preparaste todo?.-Pregunto Casiopea a su prima que estaba recostada en su cama.

-Si.. no quiero volver a casa.-Dijo Dora mientras se levantaba de la cama.

-Yo si pero no, cuando estoy aquí extraño a mis padres pero cuando esté en casa probablemente extrañe a mis amigos.-Explico Casiopea mientras cerraba su baúl.

-Deberiamos bajar ya debe estar la cena.-Dijo Dora.

Ambas salieron de su sala en común y bajaron a la fiesta de fin de curso de aquella noche.

Cuando llegaron, el Gran Comedor ya estaba lleno. Estaba decorado con los colores de Slytherin, verde y plata, para celebrar el triunfo de aquella casa al ganar la copa durante siete años seguidos. Un gran estandarte, que cubría la
pared detrás de la Mesa Alta, mostraba la serpiente de Slytherin.

Dumbledore llegó unos momentos después. Las conversaciones cesaron.

-¡Otro año se va!.-Dijo alegremente Dumbledore—. Y voy a fastidiarlos con la charla de un viejo, antes de que podáis empezar con los deliciosos
manjares. ¡Qué año hemos tenido! Esperamos que sus cabezas estén un poquito más llenas que cuando llegaron... Ahora tienen todo el verano para dejarlas bonitas y vacías antes de que comience el próximo año... Bien, tengo
entendido que hay que entregar la copa de la casa y los puntos ganados son: en cuarto lugar, Gryffindor, con trescientos doce puntos; en tercer lugar,
Slytherin, con trescientos cincuenta y dos; Ravenclaw tiene cuatrocientos veintiséis, y Hufflepuff, cuatrocientos setenta y dos.-Una tormenta de vivas y aplausos estalló en la mesa de Hufflepuff.

Dumbledore levantó el brazo. La sala fue recuperando la calma.

-Lo que significa.-Gritó Dumbledore sobre la salva de aplausos, porque
Ravenclaw y Gryffindor estaban celebrando la derrota de Slytherin.-Que hay que hacer un cambio en la decoración.

Dio una palmada. En un instante, los adornos verdes se volvieron
amarillos; los de plata, negros, y la gran serpiente se desvaneció para dar paso al tejón de Hufflepuff.

Snape estrechaba la mano de la profesora Sprout, con una horrible sonrisa forzada en su cara.

Captó la mirada de Casiopea y la muchacha supo de inmediato que los sentimientos de Snape hacia ella no habían cambiado en absoluto. Aquello no le preocupaba. Parecía que la
vida iba a volver a la normalidad en el año próximo, o a la normalidad típica de Hogwarts.

Luego de que terminarán de comer, Hermione, Peter, Ron y Susan se le acercaron a Casiopea y a Newt para felicitarlos.

-Felicitaciones, se lo merecen.-Dijo Hermione terminando de abrazar a su hermana.

-Si, y lo mejor es que les ganaron a las serpientes.-Dijo Peter ganándose un golpe de Hermione.

Una vez que iban saliendo del comedor Casiopea vio como Edmund le hacía señas para que fuera a un pasillo bastante alejado.

-Felicitaciones linda.-Dijo Edmund mientras la abrazaba.-No te lo dije frente a los demás por qué probablemente me hubiera matado.-Dijo rascándose la nuca.

-Entiendo.-Dijo Casiopea.-Por cierto, como eres mí amigo te lo diré, a la una de la mañana te convendría salir de tu sala en común.-Dijo con cierto nerviosismo.

-Por que?.-Pregunto Edmund, aunque ya sabía la respuesta.

-Bueno.. recuerdas la vez que te dije que la venganza era más dulce por mano propia?.

Always WolfstarWhere stories live. Discover now