Cartas a Lucifer

Carta a Lucifer XI

Amado Lucifer:

Me obligaste a escucharte, a volver al palacio. Regresé débil, con el corazón roto y la mente nublada, perdida. No sé que e hecho mal, ¿Cuál es mi error?.

Solo te vi tomar las llaves de tu auto y sin dirigirme la palabra, te fuiste. Me quedé solo, sin fuerza. Ni poder, observando la serpiente de oro en mi anular, que ahora es mi condena.

No sé a dónde, o con quien te fuiste. Pero regresarte luego de dos días. Yo ya estaba dispuesto a irme del palacio, abandonarte después de pasar la primera noche de tu ausencia. Reflexionando, ideando que hacer de ahora en adelante. Pensando en el divorcio, pero llegaste justo cuando estaba en la puerta del palacio.

Me tomaste del brazo de manera violenta y brusca, apostaba a qué ni siquiera estabas haciendo el esfuerzo mínimo. Me e vuelto tan débil y tú sigues siendo el monarca del infierno. Me obligaste a volver a nuestra habitación, cerraste la puerta con fuerza y seguro. Me tiraste al suelo sin remordimientos. Me reclamaste, me insultaste, me golpeaste.

Dijiste que yo era tuyo, de nadie más. Que no tenía porque irme. La parte más oscura y enferma de mi ser, se sentía cálido ante esas palabras. El resto aún rotó, lacerado y sangrante. te pregunté a donde fuiste. Y solo respondiste que no me incumbia.

Te alejaste de la puerta, y tomaste de la vitrina personal algún licor. Me dolió cada músculo del cuerpo al levantarme, haciendo un esfuerzo gigantesco para no caer de nuevo. Y en cuanto tuve la oportunidad huí de tu vista.

Me oculte en una de las habitaciones en una ala del palacio opuesta a la de nuestra habitación, me encerré. Y lloré en silencio, me enojé, sonreí, golpeé; pero jamás te maldije.

¿Porque no me amas como yo a ti? ¿Esta es mi penitencia ahora?

Y aunque al principio de la relación, quien dió el primer paso fuiste tú, ahora solo esperaste el momento indicado para hundirme en la miseria.

En algún punto termine dormido en el suelo de la habitación, me sentía cansado. Vacío, como si el resto de mi energía hubiera sido drenada. Haciendo que me sienta pesado y adormecido. No había parte del cuerpo que no me doliera, incluso el vientre bajo punzaba horrores.

Ni siquiera quería levantarme, de alguna forma el suelo era cómodo. Incluso si mi cuerpo era ahora solo un viejo muñeco de trapo. Contorsionado de una manera muy peculiar. Apenas deslize la mano hasta mi muslo internó, lo sentí húmedo.

Baje la vista como la posición de mi cuerpo lo permitió, había una gran mancha de sangre en mis pantalones. No me impresionó, me había hecho un corte no muy profundo en uno de los muslos la noche anterior. Por fin decidí levantarme, arrastrando mi cuerpo hacia la mullida y blanca cama.

Suspiré, cerrando los ojos. Después de todo mi sonrisa seguía intacta...

-Alastor T.R.D-

• • •

•Notas del autor privado de sueño y una beta con la percepción de la realidad bien alterada:

•*intento ser dramático para poder re-escribir la carta*: 💀
•La playlist de Miss.Beta todo el tiempo: ✨✨♥️🍷✨☕✨💖💅✨✨

•Alch, no tengo nada más que decir. Tomen awita y cuidense mucho, chao.

•Atte: Mr.Radio Demon