❦ 𝟏𝟔 ❦

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✶⊶⊷⊶⊷❍ - ❍⊶⊷⊶⊷✶

Las personas no somos más que una capa tras otra de secretos.

Motivos ocultos, enterrados en nuestros corazones, que nos da miedo compartir.

Y, aún así, esperamos que los demás confíen en nosotros sin albergar dudas, como un salto de fe al que te lanzas con los ojos cerrados.

✶⊶⊷⊶⊷❍ - ❍⊶⊷⊶⊷✶

Era una mañana muy sombría, el cielo se encontraba totalmente nublado, el aire helado y muy refrescante, era el mejor día para aquellas personas amantes del frío.

Dong Min se despertó, talló sus ojos adormecidos, bostezó e intentó estirarse, pero un dolor en su parte baja no se lo permitió, sentía que su cabeza dolía, su cadera también, sus piernas y brazos los sentía muy débiles y ligados, como si hubiera hecho ejercicio o algún movimiento físico muy fuerte y brusco.

Se dió cuenta hasta en ese momento, que tenía puestos unos pijamas blancos con rayas azules y estaba en la grande y suave cama del castaño; no recordaba como había llegado allí, solo recuerda que se había pasado un poco de copas y nada más. Tal vez había caído rendido ante el sueño y el alto se encargó de llevarlo a la habitación, no lo sabía a ciencia cierta, pero para él, eso era lo más probable.

A como pudo, y aguantando el dolor que le molestaba en todo su cuerpo, se levantó de la cama y se metió a la ducha. Cuando estuvo ya listo y vestido, bajó a la primer planta para buscar a Bin encontrándolo en la cocina hablando por teléfono.

Cuando el alto percibió su presencia, colgó la llamada de inmediato y lo saludó.

-Buenos días, Dong Min.

-Buenos días, ¿Dormiste bien?

-Sí, dormí bien- mintió. No había podido dormir casi nada por lo inquieto que estaba, tambien que la mayor parte de la noche se giraba inconscientemente hacia Dong Min y admiraba su hermoso rostro dormido y relajado.

-Me alegra mucho, ¿Ronco?

-Para nada, eres muy silencioso mientras duermes.

-¡Que alivio! Me preocupaba que fuera una molestia para ti.

-Pues no lo eres, mejor siéntate y desayuna conmigo.

Ambos se sentaron en la isla de la cocina y desayunaron juntos. Mientras comía, el pelinegro pudo sentir la mirada del mayor sobre él, lo inquietó, más no le puso atención. Pero a los minutos después, aquellos ojos lo mantenían nervioso por lo que con timidez levantó su mirada encontrándose cara a cara con él y aquella peculiar sonrisa suya.

-¿Qué pasa?- preguntó ya sintiéndose incómodo.

-Nada, ¿Estás bien?

-¿Por qué preguntas?

-Solo quiero saber, ¿Te duele algo?

-Me duele un poco la cabeza.

-¿No te duelen las piernas o alguna otra parte de tu cuerpo?- preguntó animadamente, le parecía graciosa la expresión que tenía Dong Min en ese momento. Confusión.

-No... ¿Por qué debería de hacerlo? - negó rotundamente.

-¿Recuerdas qué pasó anoche?

-No del todo, sólo recuerdo que cenamos, tomé y vimos la película.

My Sweet Baby |❦︎| BinwooМесто, где живут истории. Откройте их для себя