❦ 𝟏𝟕 ❦

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El chico terminó durmiéndose en su regazo, aferrado a él por lo temeroso qué estaba. Las lágrimas vencieron sus ojos y solo sintió como poco a poco aquel cuerpo menudo se relajaba y dejaba de hipar.

Lo cargó hasta la habitación donde la halló ordena sorprendiendolo, pero no le dio tanta importancia, ya que lo primordial era cambiar al omega y acostarlo en la cama. Lo hizo con delicadeza, tratando de no despertarlo de su tranquilo sueño.

A los minutos se acostó a su lado y observó aquellos ojos cerrados y aun pegajosos de tanto llorar, veía a detalle sus ojeras, sus párpados arrugaditos y aquel cansancio en el contorno de sus ojos, tan notable que era su situación.

Pero era realmente difícil entender.

Miró su rostro de porcelana tan sereno, como su pequeña nariz respingada encajaba perfectamente en su pequeño rostro, como su boca estaba entre abierta y escuchaba su respiración lenta, el único sonido en aquella habitación.

Pensaba en como había ocurrido aquel cambio tan radical y como llegó a eso. Siempre se encontraba omegas descarados, sucios, amantes del dinero y los vicios, principalmente al sexo sin compromiso, omegas enfermos en busca de complacer aquellos bajos gustos, omegas con un autoestima promedio, porque al final siempre los había terminado humillando. Lo cual no era algo anormal en ese tipo de relación, ellos se lo pedían.

Pero ahora, su sumiso era un chico ordinario, con problemas de autoestima, depresión, autoconfianza y que se había intentado quitar la vida tres veces. Un chico hermoso con un sueño por cumplir, pero con demasiadas cargas encima.

Demasiado diferente a lo que ya había encontrado en su vida.

Y sorprendentemente, eso era lo que le hacía desearlo, tenerlo en su cama cada día, el querer saber más sobre sus problemas y tenerlo simplemente ahí, era lo único que deseaba. El sexo era bueno y la compañía también lo era, así que... ¿Por qué no seguir así a como estaban? Era lo mejor para todos después de todo.

Se giró en la cama y se acostó, esperando que al día siguiente aquel sueño reparador fuera eficaz y suficiente.

Su domingo fue tranquilo, Dong Min se disculpó con él por haber llorado y haberse dormido

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Su domingo fue tranquilo, Dong Min se disculpó con él por haber llorado y haberse dormido. Pero el alfa no le dio importancia y solo lo ignoró. Tal vez había sido malo con él o no sabe, pero ¿Qué más le iba a decir? Él tampoco sabía como lidiar con sus emociones, solo comprendía.

Faltaban pocas horas para que regresara a casa, ya había hablado con San Ha y estaba tranquilo porque lo había sabido excusar cuando su madre había llamado, pero estaba nervioso por la tarea que debía de entregar al día siguiente a su maestro de Anatomía.

Lo peor es que su mismo maestro lo había distraído y no lo dejó avanzar.

Estaba sentado en el comedor, con sus cuadernos y libros regados, quebrandose la cabeza , muy frustrado por no saber dibujar y tener que entregar todo aquellos trabajos en limpio que equivalían un 50% de su nota parcial. Lo único en lo que pudo pensar, fue en ir al estudio del mayor y tratar de rogarle.

My Sweet Baby |❦︎| BinwooWo Geschichten leben. Entdecke jetzt