"-Hazme el amor, cuida de mí, quiero sentirme amado por un momento. Cumple mi petición y me entregaré a ti por completo.
-No entiendo.
-Acepto ser tu sumiso, Bin..."
Donde la inocencia y secretos de Dong Min, se mezcla con el sadismo del señor Moo...
Can you tell the heart that I have already found the right one? I know he doesn't feel it, but I'm desperate.
✶⊶⊷⊶⊷❍ - ❍⊶⊷⊶⊷✶
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Luego de aquel bonito momento, Dong Min fue al apartamento del castaño, quería dormir en esa suave cama por largas horas y aprovecharía que sus padres no estarían el fin de semana para cuidarlo.
Abrió la puerta con la llave que el castaño le proporcionó en caso que subiera por las escaleras y al entrar no entró a nadie, subió las escaleras y lo buscó en la habitación, nada todavía.
Hasta que escuchó algo venir de la oficina del alfa y lo encontró sentado con muchos libros a su alrededor, usando gafas, con su vista puesta en su computador.
-Hola- saludó.
-Ven- llamó y fue a abrazarlo, dejándose besar. -¿Y tu cita?
-Fui con Mingyu- estaba dudando en decirle.
-¿Y qué pasó? ¿Te divertiste?- preguntó sentándolo en sus piernas.
-Mingyu... Me pidió ser su novio- aquello al castaño le tomó por sorpresa, pero no lo reflejó -Y acepté, ahora soy novio de tu chófer.
-Si te sientes bien con ese tipo, entonces está bien. Avísame si te hace algo- su instinto le hizo dar pequeños besos en su cuello y al ver que no se separó de él, le obligó a besarlo y lo siguió.
Enredó su lengua a la del chico y profundizó tomándolo de la nuca.
-Te ves sexy con esos lentes, Papi- dijo entre el beso sonriendo por la reacción del alfa, que lo sentó a horcajadas sobre él y le acariciaba.
-¿Veniste a darme la noticia de tu novio o a coger?
-Venía a dormir, pero la segunda se escucha interesante- nuevamente sus labios se unieron devorándose. Lo cargó a la habitación y lo sostuvo en sus brazos hasta que olvidaron lo que realmente sentían por dentro.
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Otra tarde más en casa de Dong Min donde había quedado exhausto después de jugar tanto, aunque en realidad, iban a estudiar para los próximos exámenes, pero fue más la calentura y dolor que sintió el omega de repente, que olvidaron todo completamente.
-¿Cuántas veces más tengo que estar complaciéndote?- habló el alfa apartando sus cabellos negros de su frente mientras lo tenía abrazado en la cama, ambos completamente desnudos -Es cansado y se supone que no debería de hacerlo, al menos valora.