Capítulo XXIX Valentía

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Los leves rayos del sol se asomaron por la ventana entre las persianas dando a entender que el día había comenzado.

El reloj marcaba las 8:00 am, el departamento del castaño se encontraba en total silencio, el único pequeño ruido que se escuchaba era la suave respiración de la castaña quien aun seguía en un profundo sueño sobre la cama de Minho.

Alysa mintió a sus padres con ayuda de su amiga Minju, la llamó en la noche pidiéndole que por favor la ayudará con una mentira piadosa, le dije que si sus padres le llegaban a preguntar si Alysa se había quedado en su casa le afirmara que sí porque estaban haciendo un trabajo que debían entregar pronto y era bastante largo como para dejarlo de último y por eso debían empezar temprano. Los padres de Alysa cuando su hija les aviso que no se iba a quedar en casa no tuvieron ningún inconveniente, confiaban en Minju y sabían que ambas chicas siempre hacían los trabajos juntas, Minju se quedaba en casa de Alysa y viceversa, no tenían de qué preocuparse.

Una mentira piadosa no le hacia daño a nadie, tal vez Alysa no era la única que estaba mintiendo.

La noche para ambos jóvenes fue especial, por así decirlo, fue una noche en donde lograron conectarse más entre sí. Después de escuchar las palabras de Alysa, el castaño no tardó en reaccionar terminando de entender que su hogar estaba lleno de mentiras y que estaba dispuesto a hacer que salieran a la luz lo más pronto posible.

Minho cocinó para Alysa, ella lo intentó ayudar pero este quería sorprenderla con sus dotes en la cocina, los cuales fueron elogiados por la castaña cuando se encontraban los dos en la mesa cenando.

Después de cenar y ordenar la casa se sentaron en el sillón buscando algo que ver en la televisión, pero Minho sabía lo que él quería al igual que Alysa, no podían evitar pensar en el placer que habían compartido antes de ser interrumpidos por el juego, teniendo en cuenta que jamás se arreglaron la ropa y paseaban por la casa con partes del cuerpo expuestas ante los ojos del otro, la lujuria era algo que no escapaba de sus ojos.

Al conectar miradas se dieron cuenta que ambos pensaban lo mismo y en ese momento se olvidaron del mundo para centrarse en ellos.

No recuerdan con exactitud en qué momento se levantaron del sillón dejándose llevar por los besos y caricias en los cuerpos de ambos llegando a la habitación en donde pasaron todo el resto de la noche sin ser interrumpidos por algún tercero.

El departamento que debía estar en completo silencio debido a que el castaño estaba dedicado a estudiar toda la noche, se encontraba en un ambiente libidinoso en donde ambos cuerpos compartían el mismo deseo y el mismo placer.

Una noche donde compartieron el cuerpo junto a una misma pasión, una noche donde tal vez compartieron de más pero no estaban arrepentidos de sus actos.

Pero la pregunta aquí es, ¿Eran pareja? ¿Eran amantes? ¿O simplemente eran dos personas compartiendo un deseo? Eso solo lo sabían ellos, solo ellos sabian en qué punto de su relación se encontraban y cuánto más iban a avanzar para decir oficialmente que eran parte del otro.

Alysa se despertó estirándose en la cama percibiendo que estaba sola en ella, miró la mesita de noche buscando su teléfono encontrando una nota junto a este, la tomó y comenzó a leerla.

"Buenos días, chica de las gafas. Me he tenido que ir a primera hora para presentar mi exámen, pero al salir de este volveré al departamento a buscarte para ir al bosque.
Te he dejado el desayuno sobre la mesa de la cocina, aliméntate bien.
Por cierto, sé que no traes ropa para cambiarte, así que tomé el atrevimiento de sacar el número de Minju de tu teléfono y le escribí para pedirle que me trajera ropa suya para ti, así que al volver te la llevo, mientras tanto puedes colocarte mi ropa sin problema.

Winter Falls [Lee Know]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora