Intensa Nikita...

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Me encontraba encerrada en el baño, el día anterior estaba tan preocupada por mis zapatos que no me dio tiempo de ducharme. No podía creer que este cuarto tuviera una bañera, me sentía como una niña pequeña jugando con las burbujas que había hecho con el jabón. Estaba divirtiéndome tanto que ni siquiera me di cuenta del tiempo y cuando pude percatarme de la realidad mi compañero de cuarto ya estaba dando golpes en la puerta como un loco desesperado. —Ya sal del baño, ¡maldición!—me gritó. —¡No eres el único que necesita bañarse!—me asusté mucho. Sabía que mi compañero era una persona que se irritaba con mucha facilidad. Así que traté de apurarme lo más que podía.

—Ya voy—tomé mi venda y traté de apretar mis pechos rápidamente lo más que pude. Luego me puse mi camisa negra y un mahón roto. —Siento haberme tardado—mi cabello aún estaba húmedo porque con el apuro no pude secarlo bien y las gotas de agua se resbalaban de mi rostro. Oliver se quedó mirándome sin poder decir nada por unos minutos, parecía algo desconcertado—Es que yo nunca había estado en una bañera antes, creo que me entusiasmé demasiado—le dije con una voz suave. Oliver sacudió su cabeza y su rostro volvió a ponerse serio.

—Así que no tienes para comprarte zapatos nuevos y jamás has usado una bañera. ¿Qué clase de vida vivías lagartija?—me preguntó algo curioso.

Suspiré.

—Una vida en la que no poseía nada—bajé mi cabeza avergonzada aunque no era yo quien debía sentirse así si no el tipo que causó todo.

—Ay ya no te pongas sentimental. Ni modo, ya me tocará bañarme en la noche. Esta vez te la voy a dejar pasar solo porque me das lastima pero la próxima vez te sacaré a patadas del baño—me advirtió frunciendo el ceño. Oliver había sido amable de nuevo conmigo, me pregunto si realmente era alguien malo o solo pretendía serlo para sentirse a salvo como yo.

—Gracias por dejármela pasar, te prometo que la próxima vez me levantaré mucho más temprano para que nos de tiempo de bañarnos a los dos—le aseguré con una sonrisa en el rostro, me incliné para ponerme mis hermosos converse verde que Oliver me había regalado y salí de la habitación. Oliver salió detrás de mí y ambos caminamos en dirección a clases sin dirigirnos la palabra. Cuando entré al salón me encontré a Adam que sacudió mi mano para que lo viera y me había guardado un asiento justo al lado de él. —Hola Adam—lo saludé y corrí a sentarme. Luego entraron los demás chicos, todos se veían tan bien vestidos y eran como galanes de televisión. Sentí como si fuera espectadora de una pasarela de hombres, creo que el peor vestido era yo. No tenía mucho dinero para comprar ropa nueva y encima no sabía mucho de moda de hombres.

—¿Estás mirando a los chicos?—me preguntó Adam divertido.

—¡No!—di un brinco nervioso. —¿Como crees?

—Tranquilo Anton, no tiene nada de malo si eres gay como yo—sonrió Adam. —Estamos en confianza...

—Pero es que no los estaba mirando de ese modo en que piensas, yo soy un chico varonil y macho—traté de sonar lo mas masculina posible. —Solo estaba viendo su ropa, se ve que es muy cara—aclaré sonrojándome. Tenía miedo de que oyeran que yo era gay o algo así, no necesitaba una razón mas para ser molestado. Creo que tenía suficiente con ser pobre.

—Ah si su ropa es muy cara, estos chicos son hijos de puros millonarios. Así que su ropa es toda de marca, yo también uso algunas cosas de marca pero no me quedan tan bien. Solo parezco un saco de patatas costoso—bromeó Adam. Miré por un momento sus prendas de vestir y sí se veían que eran también mu caras. Así que al parecer el único vagabundo era yo.

—No digas eso Adam, te ves muy elegante. Creo que el peor que luzco soy yo—solté una risita nerviosa.

—Tranquilo Anton, eso tiene remedio. Quizás yo tenga algunas camisas de cuando estaba más delgado que te sirvan—me sonrió. —Será mejor que hagamos silencio ahora que ya llegó la profesora—después de que terminaron de entrar todos los estudiantes detrás de ella llegó una señora delgada de unos 50 años con pelo castaño.

De venganza y otros placeresWhere stories live. Discover now