El Sacrificio de Anton

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Esta iba a ser la primera vez que tendría una noche entre amigos y eso me causaba nervios porque nunca antes había tenido una salida grupal. En parte porque nunca logré llegar a la secundaria ya que el señor Dupont acabó con mi vida antes de que cursara ese grado. Cuando él creyó haberme asesinado tenía solo 12 años, era todavía muy pequeña para salir a la calle, enamorarme y cometer ciertos errores que cometen los adolescentes. No tuve la oportunidad de vivir muchas experiencias, el Colegio no lo cursé y viví en la calle por mucho tiempo hasta que me ofrecieron la oportunidad de tomar un examen de reubicación con el que pasé todos los grados hasta llegar aquí. Estaba contenta por eso porque aunque esta identidad no representaba realmente quien era por lo menos me daba un nuevo chance de vivir de nuevo y no quería echarlo a perder. Es por eso que estaba dispuesta a divertirme como nunca este día y dejar atrás por un momento mi verdadero propósito.

—¿Ya estás listo?—me preguntó Oliver quien me esperaba sentado en su cama.

—Sí, solo necesito acomodarme el cabello un poco—me pasé el cepillo en el pelo y me acomodé el flequillo.

—¿En serio te peinas com cepillo?—me miró como si pensara que yo era un extraterrestre o algo parecido.

—Sí, ¿qué tiene de malo?—no entendía por qué le extrañaba que me peinara.

—Los hombres de verdad no usan esas cosas. Nos vamos como nos despertamos, eso nos da un aire de rebelde y desinteresados. Solo los tontos se peinan el cabello—soltó una risita sin dejar de mirarme con esos ojos vibrantes.

—No empieces con tus prejuicios Oliver, que tu no sepas lo que es un cepillo no significa que otros hombres no lo usen. Peinarse es parte de la higiene aprende eso—le lancé y él sonrió de una manera que no podía descifrar. Era una mezcla de interés y sorpresa.

—Bah, los que no nos peinamos somos más geniales y si quieres saber que tan higiénico soy puedes olerme—se levantó y me pegó su axila en la cara.

—¡No seas asqueroso Oliver! ¡Ya déjame!—lo empujé entre risas.

—¿En serio no quieres oler lo sabroso que huelo?—bromeó.

—¡No!— después de un rato discutiendo en modo de juego nos calmamos. —Oye a Oliver, ¿podrías hacerme un favor?—le pedí con un poco de temor pues no sabía cómo reaccionaria al pedirle el favor pero como habíamos tenido un momento agradable y se notaba que andaba de buen humor me animé.

—¿Que favor?

—Necesito que me lleves a un sitio antes de reunirnos con los chicos. Hay algo que quiero hacer...—respondí.

—Está bien, yo te llevo—accedió y nos montamos en su auto. Condujo un rato hasta que llegamos al supermercado donde iba a comprar algunas cosas que necesitaba. Agarré un carrito de compras y empecé a llenarla con artículos de primera necesidad. Pasta de dientes, cepillo, jabón, comida enlatada y papel de baño. Oliver me miraba extrañado porque la mayoría de las cosas el colegio las proveía y el papel de baño él siempre traía suficiente para los dos.

—¿Para que estás comprando tanta comida enlatada? ¿No es suficiente con lo que nos dan en la cafetería?—me preguntó un poco extrañado agarrando una de las latas del carrito.

—No es nada de eso, sí es suficiente con lo que nos dan en la cafetería pero solo para satisfacerme a mí—digo con un poco de culpa.
—Nada de lo que he comprado es para quedármelo, todo esto es para alguien que me importa mucho quiero que tenga tanto como yo—sonreí con un poco de nostalgia. Quería que de algún modo Rona pudiera beneficiarse de mi entrada a ese Colegio y que gozara de los mismos placeres que yo estaba disfrutando. Era lo menos que podía hacer por él después de que salvó mi vida. Sí por qué si él no me encontraba en su camino esa noche probablemente me hubiera desangrado. Fue Rona quien sin miedo me recogió y limpió mi herida en el costado. Era tan profunda que tuvo que suturarla con una aguja. Por suerte de tanto vivir en la calle aprendió muy bien a tratar heridas y salvó mi vida. Me trajo de nuevo a este mundo y me dio una identidad nueva. Fue ese mismo día que nació Anton Leroy.

De venganza y otros placeresWhere stories live. Discover now