Ayla Walker pasó de ser una simple fan de la formula 1, que sólo fue a una carrera gracias a un concurso, a ser la nueva novia de Charles Leclerc, piloto estrella de la escudería Ferrari
Como ocurrió eso? Ni ella lo sabe
-Debes fingir ser su novia...
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-Bueno queridas, les encargo a mis bebés- dijo Pascale en la puerta de su linda casa mientas subíamos al taxi hacía el aeropuerto- me los cuidan.
Ya nos habíamos despedido tres veces pero parecía no querer dejarnos ir, acción que arrugó mi corazón de felicidad.
-Claro que si Mamá Pascale- dijo Layla dándole un abrazo como despedida.
Tanto tiempo con ella en estos 3 días hizo que nos uniéramos mucho, por un momento olvidé que esto era una farsa, fue reconfortante.
-La voy a extrañar- hablé dándole igualmente un fuerte abrazo- gracias por recibirnos en su hogar.
-Fue un placer mis niñas- sonrió tomando nuestras manos y viéndonos con sus verdes ojos aguados- espero verlas muy pronto por aquí, se acerca mi cumpleaños- sonrió de nuevo y me contagio.
-Aquí estaremos- respondió Layla y asentí de acuerdo subiendo al auto.
Charles y Arthur se acercaron a su mamá para despedirla y sonreí con ternura al verlos, parecía que aún tenían 6 y 9 añitos.
-Prenez soin de vous et prenez soin de vous les filles- dijo en frances para los chicos y ellos asintieron obedientes- Je t'aime mes enfants
-Je t'aime- dijeron al unísono a su madre con un doble beso y subieron al taxi con nosotras que los mirábamos divertidas.
-Ni una palabra- dijo Charles mirándome subiendo junto a mí.
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-De que tamaño es su casa?- dijo Arthur ya en Miami en el taxi de camino a nuestra residencia.
-Para que quieres saber- respondí a su lado, me removí incómoda tratando de quitar de mi hombro a una Layla dormida.
-Curiosidad- levantó sus hombros, recibiendo una mala mirada de su hermano, quien no se dignó a hablar en todo el viaje, que fue largo por cierto.
-Es pequeña comparada con la tuya- respondí al ver la entrada a pocos kilómetros, sólo quería lanzarme en mi cama y dormir.
-O sea que tendremos que compartir habitación- subió y bajó sus cejas rápidamente ocasionando una carcajada de mi parte.
-No seas idiota- respondió Charles y lo golpeó en la cabeza levemente- crees que si compartimos habitación lo hará contigo?-
-Por que no?- sonrió hacía mi y con mi mano giré su cabeza riendo.
-De hecho no había pensado en eso- miré a Charles con una mueca- tendremos que compartir camas.
-Nosotros podemos irnos a un hotel- Charles buscó solución pero su hermano lo interrumpió.
-De ninguna manera, las ordenes de mamá fueron quedarse con las chicas, eso haremos- dijo hacía su hermano que sólo lo fulminó.
-Desde cuando tan obediente Arthur- respondió Charles irritado y el menor sólo subió sus cejas con una sonrisa.
