Ayla Walker pasó de ser una simple fan de la formula 1, que sólo fue a una carrera gracias a un concurso, a ser la nueva novia de Charles Leclerc, piloto estrella de la escudería Ferrari
Como ocurrió eso? Ni ella lo sabe
-Debes fingir ser su novia...
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-Quizás te odie porque actuaste como si no estuviera mal lo que hiciste- dijo mi hermana desde la laptop en la cama.
-Yo hice algo mal?- pregunté levantando mi cabeza hacía la pantalla- ese imbecil ha jugado conmigo todo este tiempo mientras estaba con Alexandra.
-Si pero en cierta parte él la iba a dejar ya no? Según tus palabras- la otra voz en la llamada apareció.
-Luci, no me ayudas- le apunté y rió- siento que ustedes lo están defendiendo simplemente porque es Charles.
-Quizás- dijo Luci y Layla soltó una carcajada.
-Se supone que las llamé para que me apoyaran- me hundí en la almohada con un suspiro- que hago? Si debo ir a la carrera?
-Claro que si boba- dijo mi dulce hermana- no te la perderás por Charles ni por Mason.
La noche de ayer no terminó como lo esperaba claramente, me imaginé una divertida fiesta con mis amigos y terminó siendo un desastre.
Cuando volví a la mesa los chicos me esperaban con cierta incomodidad por la situación, Mason se puso algo molesto por mi acción hacía Charles, y aunque Carlos y Lando intentaron interferir, preferí ignorar al chico y volver al hotel.
Lo que me lleva hasta ahora, yo Ayla Walker una chica que en su vida ha tenido como 2 novios, estancada entre dos chicos, los cuales están molestos con mi persona.
La presencia de manera remota de ambas chicas se suponía era hacerme compañía y aconsejarme.
-Esta bien- hablé levantando mi cabeza de nuevo- iré, pero evitaré a toda costa a esos dos.
-Crees que eso sirve de algo?- preguntó Luci mientras desayunaba.
-Esta tratando de huir- le respondió mi hermana y giré los ojos- siempre hace eso, pero con eso solo lograras atrasar las cosas, en algún momento debes decidirte por un chico.
-Aunque yo creo que esa decisión está tomada aunque ella lo niegue- volvió a hablar Luci.
-Déjenme en paz- me levanté de la cama dispuesta a arreglarme- las dejo, gracias por sus nada servibles consejos, las amo.
Me despedí de las chicas y a paso veloz busqué que ponerme, algo cómodo pero lindo, hoy era la carrera, así que debía asistir presentable.
En 20 minutos ya estaba lista y en camino al circuito en el transporte del equipo, le avisé a Mary que ya iba en camino y me respondió que un largo sermón que debí estar acá desde hace una hora.
Al llegar ya las tribunas estaban abarrotadas y que te digo del paddock, era difícil caminar, me dirigí al gran mini edificio rojo y entré con el pase.
Hasta ahora mi plan marchaba a la perfección, no me había cruzado con los culpables de mis males.
Saludé a algunos ingenieros y mecánicos en el box y subí a la terraza donde planeaba quedarme hasta que acabara la carrera, lastima que esos no eran los planes de Mary.
