Ayla Walker pasó de ser una simple fan de la formula 1, que sólo fue a una carrera gracias a un concurso, a ser la nueva novia de Charles Leclerc, piloto estrella de la escudería Ferrari
Como ocurrió eso? Ni ella lo sabe
-Debes fingir ser su novia...
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Otro fin de semana de carreras, sólo que esta vez un poco diferente a los demás.
-Preciosa quieres algo de tomar?- preguntó Mason llegando a mi lado en el yet que encargó.
Este fin de semana no fui traída por los aviones de ferrari o de Charles, todo lo contrario, Mason me pidió irme con él y aunque habló más mi corazón herido que mi mente me fui con él.
Irme con ferrari podría implicar tener contacto con Charles, y se que debo hacerlo, ya que igual soy su novia aunque sea falsamente, pero mientras sea menos mejor.
-No Mason gracias- le sonreí amable mientras miraba mi celular.
-Tienes algo?- preguntó sentándose a mi lado- estás rara.
Había olvidado lo mucho que Mason me conocía, y es que como no hacerlo si crecimos juntos.
-No, bueno si, sabes?- dije teniendo una excusa válida para que se tranquilizara- me hace falta Layla ella siempre me acompaña a las carreras.
Layla no había venido a este gran premio, la facultad la tenía atareada de cosas y tuvo que faltar, la podía entender, pero que me abandonara en la boca del lobo jamás.
-Tranquila, el siguiente premio estarán juntas de nuevo- asentí, no quería hablar si soy sincera, estuve toda la semana pensando en un imbecil que seguro estuvo muy ocupado con su novia en alguna parte de Monaco.
Hace dos semanas Mason se vino a Miami conmigo, no a vivir claramente pero si a visitarme cada día y sacarme a pasear, se podía decir que estábamos saliendo, aunque por ahora no estableciera ningún contacto amoroso con el chico, era romántico no lo negaba, si este chico hubiera aparecido hace meses antes de entrar en este remolino de emociones yo seguramente hubiera dejado todo por él, pero ahora es difícil, cada vez falta menos para que el contrato con ferrari acabe, así como también los viajes, el sueldo, los chicos, Charles.
Este fin de semana sería en Monza, la fecha favorita de muchos pilotos, aún más los de Ferrari, en parte es la carrera en su casa, así que la presión en los chicos esta en niveles más elevados.
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Al llegar al aeropuerto internacional de Italia desde la bajada del avión el clima, la gente, las sensaciones eran diferentes, siempre fue mi sueño venir a Italia, y me parece una locura haberlo logrado.
-En que hotel té quedarás?- preguntó Mason a mi lado luego de recibir el auto que encargó aca.
-En el Turin palace hotel- le dije leyendo en mi celular la información que me pasó Mary, el chasqueó la lengua con una mueca.
-Yo en otro diferente, el el Hotel the serras, aunque no queda tan lejos, puedo ir a verte- sonrió mirándome y asentí también en una sonrisa.
-Hoy solo quiero descansar, es jueves, Charles no me necesita para el día de prensa- me recosté de el asiento cerrando los ojos.
