Capítulo 38

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Amigos

Dormí todo el día, no me levanté de la cama ni a desayunar, calmé a Carlos con que pesqué un resfriado la noche anterior, por lo que se ofreció a cuidar y estar al pendiente de las pastillas de Charles mientras descansaba

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Dormí todo el día, no me levanté de la cama ni a desayunar, calmé a Carlos con que pesqué un resfriado la noche anterior, por lo que se ofreció a cuidar y estar al pendiente de las pastillas de Charles mientras descansaba.

Layla no cayó en la mentira del resfriado por lo que con dificultad la expliqué lo que pasó anoche.

Ni yo se porque dije lo que dije.

Amigos? Por dios.

Charles y yo no podíamos ser amigos.

Pero me dolía tanto que sentí que era lo mejor, ahora estoy acá en esta suave cama pagando mis decisiones.

No quería verlo, al menos no aún.

Debía prepararme mentalmente.

-Serán amigos- repitió mi hermana detenidamente.

-Si- me hundí en la almohada- nos diremos hola amigo, adiós amiga- Layla rió de mi imitación de amigos.

-Son unos tontos ambos- peinó mi cabello como suele hacer cuando estoy triste- se casaran al final de todo.

-No digas tonterías- bufé- somos amigos.

-No logro entender, por que si ambos se quieren se les ocurrió ser amigos- suspiré por sus palabras.

-Ni yo lo sé.

Mi hermana se fue a ayudar a Carlos con la comida y me dejó descansar del "resfriado"

Me pregunto que pasará por la mente de Charles en estos momentos.

Pov Charles

Maldita amistad.

Me encontraba haciendo los fulanos ejercicios que el fisioterapeuta me mandó para mejorar mi movilidad, y mientras hacía cada repetición que con el tiempo ha dejado de doler, pensaba en ella.

Por qué no sale? Claramente lo del resfriado es mentira, ella casi nunca se enferma, dudo que justo ahora lo haga.

A menos que la enferme nuestra amistad , en ese caso también estoy enfermo.

Pasé toda la tarde mirando carreras y haciendo anotaciones en mi cuaderno, tenía que mantenerme ocupado si quería llevar esto con madurez y no correr a su habitación a buscarla.

-Mañana hay juego de tenis, finales- dijo Carlos llamando mi atención- nos invitaron.

-No lo sé- hice una mueca- no tengo ánimos.

-Eso te dará ánimos, y tienes que salir, distraerte- continuó él.

-Ayer salimos, y no me fue muy bien que digamos- rasqué mi nuca cerrando la laptop frente a mí en la mesa.

-No seas amargado- me ignoró mirando el móvil- diré que iremos, no acepto no por respuesta.

-Genial

Fingiendo no amarte • Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora