Ayla Walker pasó de ser una simple fan de la formula 1, que sólo fue a una carrera gracias a un concurso, a ser la nueva novia de Charles Leclerc, piloto estrella de la escudería Ferrari
Como ocurrió eso? Ni ella lo sabe
-Debes fingir ser su novia...
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-Lindo vestido- dijo desde su lugar mirándome.
-Lindo traje- le respondí de igual manera.
La luz del pasillo chocaba con su rostro haciéndolo ver de alguna manera angelical.
-Primera vez que me elogian un traje- expresó divertido sacándome un rubor en mis mejillas.
-Para todo hay una primera vez- me excusé cerrando la puerta de la habitación con mi bolso en la otra mano.
-Es un verde lindo- dijo viendo mi vestido en el ascensor al apretar el botón.
-Lo sé- sonreí mirando mi vestido- lo compré hace poco en Miami.
Si supiera el por que de este verde pensé.
-Me gusta- respondió.
-Gracias- dije bajo mirando las puertas que tardaban más de lo normal en abrirse para mi gusto.
No sabía que decirle, a este punto no teníamos tema de conversación alguno entre nosotros, más que la atracción del uno por el otro, tema que claramente no tocaríamos.
Las puertas al fin se abrieron y caminé delante de él a su auto, los alrededores del hotel estaban llenos de fans en todos lados, que al ver a Charles gritaron eufóricos, sonreí ligeramente por la expresión de Charles al verlos, parecía tenerles tanto aprecio, aunque no conociera de nada a ninguno.
-Sube- dijo mirándome- firmaré algunos autógrafos.
-Esta bien- le respondí con una sonrisa mirándolo ir a la baranda que nos separa a nosotros de ellos.
El chico se acercó hasta la fanaticada y les dedicó su tiempo, mientras yo lo esperaba en el auto mirando la escena.
Minutos después volvió algo agitado y me sonrió al subir, soltó algunos regalos que le dieron en el asiento de atrás y arrancó con cuidado al salir ya que las personas rodeaban el auto.
-Se ve que quieres a tus fans- le dije mirándolo mientras conducía, ya había anochecido en Italia, dando una preciosa vista.
-Mucho- dijo divertido- se que parte de mi triunfo es por mi dedicación y mi familia, pero una parte también es gracias a ellos, su apoyo, regalos, todo.
-Es lindo eso- volví a mirar el camino- siempre pensé que a los famosos no les interesaba.
-No se a los demás, pero a mi si- dijo tranquilo.
Que tan perfecto podía llegar a ser este chico.
.
Los flashes volvían a mi cara, al igual que los montones de preguntas dirigidas a Charles e incluso a mí en la entrada del evento, ya me había acostumbrado a la luz, recuerdo que las primeras veces me encandilaba tanta luz, no podía ver y me ocultaba en el hombro de Charles, pero hoy después de meses, pude sonreír firmemente a la camara tomada de la mano del chico.
