Capítulo 13

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Garabatea un boceto de Spiderman, recordando el llavero que vió en el estuche de Josh.

No le sale al primer intento.

Ni al segundo.

Ni al tercero.

¿Qué tan difícil es dibujar a Spiderman?

Más de seis hojas blancas después, consigue dibujarlo, no a la perfección pero el resultado es decente, desliza el lápiz con delicadeza para dar el efecto de sombreado y sonríe para sí. Su celular se ilumina con un mensaje, guarda el dibujo adentro de su carpeta escolar. Lo sacará después. Al menos practico hoy.

Tiene un mensaje de un número desconocido.

Enarca una ceja, no recuerda haberle dejado su número a nadie.

Desconocido: El domingo a las cuatro.

Yo: ???

Desconocido: No puedo creer que no reconozcas a tu dulce rival.

Yo: ¿Josh? ¿Quién te dio mi número?

Desconocido: Eso no es relevante en este instante. ¿Puedes ir el domingo o planeas sentarte a estudiar hasta fatigarte?

Agrega el número, y rueda los ojos. Si fue alguno de sus amigos va a tener una seria conversación con ellos.

Yo: Sí, ese día puedo. Invitaré a algunas amigas, ¿te parece?

Josh: Va. Luego te paso la dirección de la playa.

Se sale del chat y le envía un mensaje a Amanda

Yo: Amanda...necesito tu ayuda

Amanda: Claro, ¿Qué necesitas?

Yo: ¿Tienes alguna receta para preparar galletas?

Amanda: Por supuesto que la tengo.

Acto seguido, envía una receta de galletas de chocolate.

Yo: ¡Muchísimas gracias!

Amanda es una experta en todo lo que tiene que ver con preparar postres y cocinar a niveles gastronómicos profesionales. Ana lo único que sabe hacer son panquecas. Las mejores por cierto.

Por supuesto cocina de ser necesario, pero no tiene la habilidad de Amanda para preparar algo muy sofisticado o elaborado.

Dado que ya es un poco tarde, Anh decide preparar las galletas mañana y ayudar a su mamá a hacer la cena.

Música de adoración y alabanza suena de fondo, con su mamá cantando en susurros. Ella sonríe.

Hay momentos en los que tiene la certeza abrumadora de que solo se repiten y se viven una vez. Momentos que significan tanto que no te das cuenta de ello hasta que no vuelven a suceder.

Este es uno de ellos.

Con la diferencia de que Ana se siente feliz de saberlo antes de que sea tarde.

Espera esto suceda siempre.

Valorar todo lo vivido antes de que se acabe.

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Sábado 8:50am

—¡Mamá! ¡Apresurate!

Su mamá termina de acomodarse los zapatos. Anh revisa su reflejo en el espejo asegurándose de verse bien, toma las llave y su bolso, verifica que todo se encuentre ahí y luego baja las escaleras.

Ya abajo su mamá abre la puerta, su cabello corto cae por sus hombros y le sonríe a Ana, cierra la puerta con llave y empiezan a avanzar.

Ambas caminan con parsimonia. Una al lado de la otra. Se siente bien. Se siente bien estar con ella. Se siente en paz. Se siente segura a dónde va.

Colisión Where stories live. Discover now