Natsu o Tsuna ¿Quién eres?

Capítulo 30- Desenlace final

~POV NASHI~

Ante eso, mamá retrocedió asustada y con los ojos fuera de sus órbitas mientras mi padre se daba la vuelta con los ojos igualmente desorbitados pero en su caso, por la furia y puede que con algo de sorpresa... alomejor ni sabía que mi madre estaba embarazada.-me dije a mí mima, pero su rostro estaba sombrío y daba miedo solo ver su gesto poderoso y aterrador. Zeref no lo miró y empezó a reírse mientras se acercaba dando pasos lentos hacia mi madre, que retrocedió todo lo que pudo hasta darse de espaladas en la piedra que había servido a los exceeds de escondite.

-Vamos Lucy, no estaba en mis planes pero vendrás conmigo.-dijo Zeref y extendió su mano hacia mi madre.-Solo serán nueve meses, después serás libre... claro que por libre no me refiero a que vuelvas con vida.

-No...-susurró mi madre mientras las lágrimas surcaban sus ojos. Se la veía aterrada y pedía a gritos con la mirada que alguien la salvara.-Todo menos eso...-se llevó una mano al vientre, donde se suponía estaba mi otro yo.-No ella... no... por favor...-rogó.

Zeref volvió a reírse y yo ya no podía más, no quería verlo y lo peor es que Eien me obligaba a mantenerme oculta. Pero fue entonces cuando comprendí que un dragón extiende sus alas para atacar a su presa con un único golpe certero. Mi padre, completamente cubierto de llamas se lanzó contra Zeref a una velocidad sobrehumana y su puño chocó contra el de Zeref, que de espaldas lo había bloqueado. Natsu aumentó la intensidad del fuego y un circulo mágico rojo apareció bajo sus pies, indicando que usaría su máxima potencia. El suelo empezó a temblar y grietas se formaron dejando salir fuego por ellas como si fueran columnas. Zeref pareció intimidarse con esto porque desapareció y volvió a aparecer unos metros alejado de Natsu. Mi padre se puso delante de mi madre para protegerla mientras ella miraba la escena asustada y conmocionada.

-Natsu...-murmuró ella casi sin voz.

-Tranquila.-dijo él mientras su bufanda ondeaba lentamente. -Si quiere tocarte antes tendrá que pasar por encima de mí.

Yo toqué mi propia bufanda, segura de que mi padre cumpliría esa promesa pero de repente, mi bufanda empezó a desintegrarse... supuse que dos mismas cosas no podían estar en el mismo mundo... y la que sobraba era la que desaparecía...lo mismo pasaba con las llaves y conmigo...mi cuerpo empezaba a desaparecer, mi tiempo en el mundo que no era el mio estaba llegando a su fin. Creo que empecé a llorar mientras miraba a mis padres, pero sabía que ahora todo estaría bien.

-Siempre eres una molestia... Natsu Dragneel.-dijo Zeref ya enfadado y con una voz fría.

Yo miré a mi padre. Su rostro estaba ensombrecido y no lograba ver su cara pero su cuerpo estaba tenso, preparado para atacar.

-No vuelvas a acercarte a mi familia.-oí decir a mi padre.-No te acerques a Fairy Tail.-dio un paso.-No te acerques a mis amigos.-dio otro paso.-Y...-levantó su mirada y vi en sus ojos jade el odio y la furia reflejados.-No vuelvas a acercarte a Luce.

-¿Y qué harás para impedirlo? Hay algo que necesito y ella tiene en su cuerpo, así que no me iré sin conseguirlo.

Mi padre apretó los puños; vi que la sangre caía de sus nudillos por la fuerza que ejercía sobre sí mismo. Estaba furioso, daba miedo y verdaderamente parecía que hubiese perdido el control y su razón.

-Dije que no tocarías a mi familia.-espetó mi padre.-Y eso incluye al futuro miembro de Fairy Tail que Lucy lleva en su vientre.

Acto seguido la tierra tembló y las fisuras en la tierra se agrandaron. El fuego salió como si fuera un volcán y la tierra se resquebrajó. Todo se incendió y la tierra sobre la que estaba Zeref se mantenía a flote sobre ¿lava? La magia que había desplegado mi padre bajo tierra había transformado el terreno en uno completamente volcánico y Zeref, sin escapatoria posible entre las columnas de fuego y el mar de lava a sus pies, quedó encerrado en el pedazo de piedra sobre el que estaba.