26. The Notice.

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La alarma de mi celular sonó, ocasionando que me diera un dolor horrible en la cabeza. Eran las doce del medio día y deseaba seguir durmiendo. Desactivé la alarma y me levanté para ir al baño.

Es extraño que mi madre no me haya levantado antes. A ella no le gusta que me despierte tan tarde.

Me di una ducha, refrescando mi cuerpo con el agua fría, y al terminar me vestí y bajé a desayunar encontrándome con una nota -hecha por mi madre- pegada con un imán en la puerta del refrigerador.

"Tuve que ir por algo importante al trabajo. Te dejé el desayuno en el microondas. Cuidate, besos".

Sonreí de lado y busqué lo que mi madre me había preparado. Es bueno saber que ya no está molesta conmigo.

Mi celular vibró cuando me faltaba poco por terminar mi desayuno.

//Ness//

"Te necesito conmigo, Luke".

"¿Qué sucede?"  —respondí.

"Ven pronto, por favor".


Subí las escaleras y entré rápidamente al baño para cepillar mis dientes.  Me puse una gorra y salí de la casa.
No tenía idea de lo que pasaba con Nessie, pero esta muy preocupado.

Llegué a su casa en menos de media hora. El auto de su padre no estaba, y la puerta del garaje esta abierta. Toqué el timbre y Nessie abrió. Sus ojos estaban rojos al igual que su nariz, y sus mejillas estaban mojadas.

Me abrazó sin decir una palabra, hundiendo su cara en mi hombro. Yo, confundido por no saber lo que le pasaba, sólo correspondí su abrazo y sobé su espalda para tranquilizarla.

Nessie se separó de mí y entramos a su casa, cerrando la puerta. Ella caminó hacia la sala. Su laptop estaba sobre la mesita de centro, con una página de internet abierta. Caminé hacia allá y Ness se sentó en la orilla del sillón, abrazando sus piernas. 

Miré lo que había en su computador, y era un correo de la Universidad en la que ella había hecho el examen de admisión.

Ella no había sido aceptada. La cantidad de sus respuestas correctas no eran suficientes para aprobar el examen.

Miré la pantalla por un momento, sin decir nada, y luego la miré a ella; seguía abrazando sus piernas y mirando al suelo.

Me senté  a su lado en silencio y la abracé hacia a mí.

(...)


Nessie seguía triste y seria, yo trataba de distraerla pero minutos después su seriedad regresaba. Encargamos unas hamburguesas para comer, después de convencerla de que tenía que hacer, y unas papas para los dos.

— ¿En donde están tus hermanitos? —pregunté intentando sacarla de sus pensamientos.

Suspiró—. En casa de una tía. Ella los cuida mientras mi madre busca trabajo y yo voy a la escuela.

Arqueé una ceja—. Pero hoy no hay escuela.

— Lo sé, durmieron en su casa, de hecho tengo que ir por ellos en la tarde, ¿me acompañas?

—Claro —sonreí.

Seguimos comiendo y al terminar recogimos todo y tiramos la basura en una bolsa de plástico.

Everywhere You Go + Luke HemmingsWhere stories live. Discover now