13. Drink.

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La miré esperando que dijera que estaba bromeando, pero no lo hizo. Reí levemente y negué con la cabeza—. No te creo.
Arqueó una ceja—. Pues no me creas entonces —bufó y me dio la espalda para seguir metiendo su ropa en el armario.

¿Se había molestado?  No creo que lo haya dicho en serio. Es decir, ¿cómo una chica como ella se fijaría en mi? Somos muy diferentes.
Esto se estaba poniendo incómodo.

—Ehm... Entonces, ¿lo de hablar con Wendy era en serio?
Me miró incrédula al haber cambiado el tema tan de repente.
Arqueó una ceja—.  Te odio. Sí obvio era en serio.
—¿Me odias?, primero me dices que estás celosa y ahora que me odias —reí —. Creo que si le llamaré, no me queda de otra —me encogí de hombros.

—Mi amor, no estoy celosa. Te dije que me pondría celosa si la besabas, ¿ok? —aclaró y reí —. Entonces llámala ahora.
—No te enojes, bebé —bromeé. Me miró y sonrió—. Lo haré. Pero si me bloqueo o algo me ayudas, ¿va?
Entrecerró los ojos y luego sonrió—.  Va. O... Tengo una idea, déjale un inbox en Facebook citandola en algún lugar.
—¿Y si no va?  —la miré dudando.
—Va a ir, confía en mí —me guiñó un ojo y sonreí.

Tomé mi celular, Jers me dio un papelito con la contraseña de su WiFi y entré a Facebook.
Busqué entre mis amigos a Wen pero no estaba en linea. Luego entré a WhatsApp y marcaba su última vez hace diez minutos.

"Hola, Wen" —escribí, dudé en enviar pero terminé haciéndolo. Me sentía un completo enfermo, descarado e idiota. Pero más idiota. Tal como ella me había dicho la última vez que nos vimos.

Miré a Jersey y se había recostado boca abajo en su cama, apoyando los codos en el colchón, con su laptop frente a ella. No pude evitar mirar sus senos, ya que en esa posición se notaban más y gracias a su blusa de tirantes, se podían ver una parte de ellos.
Levantó la cabeza y se encontró con mi mirada—. ¿Ya respondió?
—No, y está en linea.
Rió—. Se está haciendo del rogar la perra.

Suspiré. Ya había pasado más de media hora y ella no respondía—. Te dije que no funcionaría.
—Si no responde hoy, lo hará mañana, o pasado mañana, Luke. No te preocupes —respondió segura escribiendo algo en su laptop.

—¿Tú lo harías?  —La miré, seguía en la misma posición, traté de no mirar más abajo de su cuello.
Me miró—. Claro —regresó su mirada a la pantalla plana y sonrió pícara—, y deja de mirar mis boobs.
Me atraganté con mi saliva y tosí, Jersey comenzó a reírse.
—¿Creíste que no me daba cuenta, cariño?  —arqueó una ceja.
Aclaré mi garganta—.  No estaba mirando tus... pechos.
—Ajá, ¿y piensas que voy a creerte?
Me puse nervioso, necesitaba una escusa—.  Tú tienes la culpa por... Por ponerte esa blusa escotada. Lo haces a propósito, ¿no?  —la reté.
—Claro que no —rió—, lo que pasa es que eres muy débil.
—Soy hombre —me defendí.
Rió y se sentó doblado sus piernas—. ¿Te tomas una foto conmigo?
Sonreí—. Claro.

Me senté a su lado y tomó su celular para tomar selfies. Las primeras fotos fueron normales y yo no me atrevía a acercarme mucho a ella. Ese escote en su pecho aun me ponía nervioso, mierda.
A la sexta foto me señaló su mejilla con su dedo indicando que le diera un beso y lo hice. Una con los ojos cerrados besando su mejilla y en otra ella mordiendo mi mejilla.

—Auush —me quejé y me sobé.
—Chillón. Eso y más te mereces por mirar mis boobs —me sacó la lengua juguetonamente y sonreí mirando a propósito sus senos.

—Si te molestara te cambiarías de ropa —me tomó de la barbilla haciendo que la mirara a los ojos. La distancia entre nosotros era muy corta. Le sonreí con maldad. Este no era yo, pero ella de cierta forma me provoca, y tengo hormonas. 

Everywhere You Go + Luke HemmingsWhere stories live. Discover now