23. Fury, Jealousy, Apologies.

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Esa maldita impotencia que sentía me estaba consumiendo. Mi sangre hervía por dentro y yo solo quería golpear algo. Necesitaba golpear algo... O a alguien; pero a alguien en específico y ese era Max.


Creí que ya no volvería a mencionar a este tipo, pero ya veo que estaba muy equivocado.

Cuando pensé que ya había desaparecido por completo, regresa ala mente de Ness. ¿Cómo es posible que siga pensando en él después de lo que vio? Demonios, y lo peor de todo era que yo terminé siendo el culpable, cuando yo no tenía nada que ver en eso.


Bajé a desayunar, ni siquiera había podido dormir en toda la noche. Mi madre estaba sentada, esperándo que yo hiciera lo mismo y eso hice. Me senté y empecé a comer de mala gana.


-¿Qué pasa?, ¿por que el mal genio?

-Por nada importante -murmuré mientras masticaba.

Mi madre arqueó una ceja-. Vamos, cuentame.

-No quiero hablar de eso ahora, ma.

-Ok, espero puedas arreglar eso pronto, no me gusta verte así, cariño.

Acarició mi mejila y se levantó llevando sus platos sucios al frejador.

Terminé mi desayuno, lavé mis platos y subí a lavarme los dientes para irme a la escuela.

(...)


Caminé por los pasillos sin voltear a ver a nadie. No estaba de humor, y yo era bastante obvio en eso. Divisé a lo lejos a Cal y Luisa, y preferí irme por otro lado. No quería hablar con ellos tampco, aunque ellos no tuvieran la culpa de nada.


En las clases me la pasé escribiendo lo que lo que había en los pizarrones y pensando en cómo solucionar esto.


Nessie y yo hemos peliado mucho últimamente y no me gustaban para nada esas situaciones. Yo sólo quiero verla sonreír y cuidarla, pero ella no se da cuenta de eso.


En la ahora del almuerzo, me quedé sentado en las escaleras que estaban al lado de mi salón, con la mirada perdida e ignorando a la gente de mi alrededor. Quería dejar de pensar por un momento, pero me parecía imposible.

Mis ojos se encontraron con su figura.

Ella venía caminando hacia mi, pero miraba a alguien mas. Luego se detuvo en su casillero y tecleó algo en su celular. Fruncí el ceño al ver lo ansiosa que estaba.

Siguió caminando y yo no dejé de mirarla hasta conseguir que ella también notara mi presencia. Me miró como si no me conociera, como si fuese una persona más en la escuela. Pasó por mi lado, subiendo las escaleras y me puse de pie de inmediato, interrumpiendo su camino.


No dije nada. Sólo la miré y ella hizo lo mismo. Mordió su labio con incomodidad, y dio un paso hacia enfrente, tratando de irse pero yo no me aparté.


-Con permiso -dijo impaciente.

-¿Te estorbo? -la miré fijamente a los ojos.

Ella apretó los labios y frunció el ceño-. Sí... -dijo muy bajo.

Arqueé una ceja.

-Sólo déjame pasar -pidió, apartando la mirada.

Everywhere You Go + Luke HemmingsWhere stories live. Discover now