5. Help me.

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Entré a mi primera clase del día. Traía unos lentes oscuros puestos porque no quería que notaran mis ojeras; aunque ya sabía que los Profesores me pedirían que me los quitara.
Tomé asiento donde acostumbraba y en eso entró Luisa. Me sonrió y yo hice lo mismo.
—Hola, Hemmings. ¿Que tal tu cita?
—Fue un desastre —confecé deslisandome en el asiento.
—¿En serio? ¿No le gustó el lugar que te recomendé?
—No es eso. El lugar fue lo mejor de la noche. Pero yo arruiné todo al final.
Torció los labios—. ¿Qué pasó?
—Preferiría no contarte, Lu.
—Oh, perdón, no quería verme entrometida —se disculpó apenada.
—No, es sólo que no quiero que tú también pienses que soy un idiota.
Rió bajito—. Aunque lo llegara a pensar, se que eres una buena persona. Llevamos casi tres años estudiando juntos, y se podría decir que te conozco. Y además, todos nos equivocamos, Hemmings.
—Tienes razón —sonreí sin mostrar mís dientes.

+

Después de escoger lo que comería en el receso, me senté a un lado de Cal.
—¿Es día de usar lentes de sol en la escuela? —se burló.
—Cállate que no estoy de humor.
—Uh.
Comencé a comer de mala gana.
—¿Y se puede saber por qué no estás de humor? —rompió el silencio después de cinco minutos.
—Porque hago todo mal. Por esa simple y estúpida razón, Calum  —murmuré.
—Cuéntame.
—Mejor a la salida.
—De acuerdo. ¿En tu casa?
Asentí—. Avísale a los chicos.
Me levanté y me dirigí al baño a hacer mis necesidades. Lavé mis manos y tomé mi celular revisando si no tenía un mensaje de buenos días de parte de Wen; lo cual era obvio, no me escribiría después de lo de ayer.

—¡Hey, Lukey!
Escuché la voz de Ness detrás de mi y seguí caminando sin detenerme ni voltear a verla. Al dar vuelta en un pasillo, me topé con Luisa.
—Hey, tranquilo, parece que estás huyendo de algo.
Volteé disimuladamente hacia atrás y Ness ya no estaba. Solté el aire—. Bueno algo así.
—¿Puedo saber de quién?
—Primero hazme un favor, ¿si?
Frunció el ceño y asintió.
—Ayúdame a salir de aquí.
—¿Qué? Dios, sabes lo difícil que es eso, Hemmings.
—Lo sé. Pero en serio no puedo seguir aquí hoy. Te lo explicaré si me ayudas a salir de aquí sin que me descubran —susurré.
—He llegado a la conclusión de que sólo tengo "amigos" por ser nieta del director —murmuró caminando delante de mi.
—Espero no estar incluido en eso. Soy tu amigo porque me agradas.
—Eso espero, Hemmings.

Entramos a la oficina de la asistente del Director pero ella no estaba.

—Perfecto. Yo entraré a hablar con el abuelo mientras tú buscas los pases de salida entre los cajones de aquel escritorio, ponle seguro a la puerta y trata de no hacer ruido.
—De acuerdo.

Puse el seguro a la puerta y Luisa tocó la siguiente puerta que era la de la dirección. Su abuelo le dio el paso y escuché como la saludó con gusto. Cerró la puerta detrás de ella y yo me apresuré en hacer lo que Lu me había indicado.

Busqué los pases cajón por cajón y estaba comenzando a frustrarme al no lograr encontrarlos entre tantos  documentos.
—Mierda, ¿donde diablos están? —susurré demasiado bajo.

La conversación de Luisa y el Director aún se escuchaba. Eso quería decir que tenía tiempo. Busqué en otro estante y quise gritar cuando al fin los encontré. Tomé dos de ellos por si volvía a ocuparlos en otra ocasión. Los sellé y medio-ordené todo. Quité el seguro de la puerta y la abrí lentamente para no hacer mucho ruido. Salí rápido y volví a cerrar la puerta de la misma manera en que la abrí.

Al dar media vuelta, me encontré con la asistente del Director.
—¿Necesitas algo?
Rasqué mi cabeza y puse mi otra mano en la espalda, escondiendo lo que había robado de su oficina.
—No, venía a preguntar sobre...
La puerta se abrió detrás de mi, me congelé—. Lauren, hola. Hemmings viene conmigo.
La mujer nos miró sospechando—. De acuerdo. Compromiso.
Nos hicimos a un lado y cuando la puerta se cerró y Lauren estaba dentro, soltamos todo el aire.
—Creo que estaba por hacerme en los pantalones.
Soltó una carcajada cuando íbamos por el pasillo—. No fue para tanto.
—¡Te juro que sí!

Negó con la cabeza aún riendo y me quitó los pases de las manos. Fruncí el ceño y me indicó con la mirada que volteara hacia atrás.
Ness iba saliendo del baño pero ni siquiera volteó hacia a vernos.

—¿Nos vió?
—Sí. Y no puso una buena cara. Creo que está molesta, o tal vez celosa —se escogió de hombros.
—Está molesta. Hace rato me habló y la ignoré.
—Oh. ¿De ella estabas huyendo?
Asentí no muy contento—. Bien, dame los pases —extendí mi mano y sólo me dió uno—. Son dos, Luisa.
—¿Creiste que te irías solo? —me miró ofendida, arqueando una de sus pobladas cejas.
—No puedes irte conmigo.
—Claro que sí. Ahora vamos por nuestras cosas.

Caminó delante de mí y la seguí—. No quiero que por mi culpa te hagas irresponsable.
—No seas dramático, Hemmings. Sólo será hoy.
Entramos al aula y por suerte el Profesor aún no entraba.

Luisa llenó los pases con nuestros datos y cada quién tomó el suyo.
Recogimos nuestras cosas y salimos del salón cada quién por su rumbo.
Ella primero pasó al baño y yo seguí mi camino hacia la salida.
Le entregué mi pase al señor de seguridad; lo revisó y se quedó con él. Abrió la puerta y salí. Seguí caminando normalmente para que el señor no sospechara y me detuve en la esquina para esperar a Lu.
Después de casi quince minutos ella salió. Volteó a ambos lados y le hice señas con los brazos para que se apresurara.
Cuando llegó a mi lado,dije—: ¿Qué tanto hacías en el baño? ¡Duraste media hora allá adentro!
—No seas exagerado y mueve tus torpes pies.
Comenzó a caminar y como de costumbre, la seguí.

+

—Definitivamente, eres un idiota. Obviamente esa chica muere por ti, ¿y tú le dices que sólo son amigos?
—Por esa razón no quería contarte —bebí de su malteada de chocolate.
—Joder, Hemmings. ¿Y no piensas ir a buscarla y arreglar las cosas? —me quitó su malteada adueñandose de ella para que ya no le quitara.
—La verdad no se que hacer. Tal vez deje las cosas así.
—¿Te darás por vencido sin intentarlo? ¿Ese es Luke Hemmings? ¡No puedo creerlo!
—Ya deja de hacerme sentir mal.
—Ok —desvió la mirada y terminó su malteada.
Inhalé y después solté todo el aire por la nariz—. ¿Crees que deba ir y disculparme con ella?
Asintió—. Eso sería lo correcto. Pero si realmente no lo sientes, no lo hagas.
Miró su reloj y se levantó de la silla.
—¿Te vas?
—Sí. Nos vemos mañana, Hemmings.
—Voy contigo.

Salimos del lugar después de pagar la bebida de Luisa. Caminábamos hacia la parada de autobús en silencio hasta que hablé.

—Gracias por escucharme.
—No agradezcas, Hemmings. Y haz lo que tú creas que sea necesario —hizo media sonrisa.
—De acuerdo. Ojalá fuera así de fácil hablar sobre esto con Nessie.
—Creí que se contaban todo.
—Sí. Pero yo no logro contarle algo sobre Wen. Me siento incómodo hablándole sobre ella. Incluso, evado sus preguntas.
—Que raro. ¿Puedo preguntarte algo y no te enojas conmigo?
—Claro, dime.
—¿ Sientes algo por Nessie?

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Chicas, hola, perdonen por subir hasta ahorita pero acabo de terminar mis tareas y ya me dormire. Espero que les guste, porfi comenten algo y/o voten
:(
-Xosh <3

Everywhere You Go + Luke HemmingsWhere stories live. Discover now