4. Idiot.

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—No entiendo para qué quieres investigarlo.
—Porque me preocupo por ella, Calum. ¿Y si es un patán?
—No creo que Nessie salga con un patán, ella es inteligente.
—Claro que es inteligente, pero el amor la ciega. Además, ¿por qué tanto misterio con la edad?
—Creo que es mejor que no te metas si no quieres acabar mal con su amistad.
Puse los ojos en blanco.

+

Hace un mes que comencé a salir con Wen y no estaba seguro de lo que estaba por hacer. La había invitado a salir ésta noche y comenzaba a ponerme nervioso. Lo cuál me parecía jodidamente extraño.

Inhalé y solté todo el aire que contenía dentro de mí. Toqué el  timbre de su casa y cuando abrió, me abrazó inmediatamente para luego besar mis labios.
—¿Lista?
Sonrió con emoción—. Lista.
Tomé su mano y abrí la puerta para que subiera al taxi y luego subí yo.

—Que bonito lugar —dijo mirando a su alrededor con una linda sonrisa en su rostro.
La abracé por detrás y besé su mejilla. La había llevado a cenar a una plaza no muy conocida,  que me había recomendado una compañera de mí clase.
—Me alegra que te guste, vamos.

La tomé de la mano y entramos a uno de los restaurantes. Michael y Calum me habían ayudado con el dinero y yo les hacia sus tareas de matemáticas.

Terminamos de cenar y había llegado el momento. Ella me contaba cosas que le habían pasado hoy y no me daba la oportunidad de hacerle aquella pregunta.
Demonios, no puedo hacerlo.
La miraba atento y al mirar un poco más allá de su rostro, creí haber visto a Nessie.
—¿Sucede algo?
—No nada, linda —hice media sonrisa y le pedí la cuenta al mesero haciendo una seña.

—Te noté algo distraído en el restaurante... ¿Te sientes mal?
—No, no te preocupes —le sonreí y ella hizo lo mismo.
—De acuerdo —su sonrisa desapareció y frunció el ceño al ver a alguien detrás de mí—. ¡Maxi!
Gritó y un tipo alto de cabello corto rubio y musculoso se acercó a nosotros.
—¿Qué estás haciendo aquí, enana? —la abrazó.
—Vine con él —me señaló sonriente.
—Espero que no sea tu novio, eh —advirtió— Estás muy chiquita para eso, Wen.
—Tengo 16, primo.
—No importa. ¿Cuál es tu nombre y qué edad tienes? —me interrogó.
—Luke Hemmings, 17.
Su mandivula se tenzó—. Espero que tomes en serio tu relación con mi prima y no le hagas daño ó te las verás conmigo, niño.
—No lo amenaces —lo regañó Wen.
Tragué saliva—. No te preocupes.

Ok. Con esto menos me atreveré a pedirle que sea mi novia.
Wendy estuvo hablando un rato con él y luego llegó una chica, alta y cabello con risos rubios.

Hubiese creído que eran hermanos, si ella no hubiera llegado besando sus labios.

—Por fin te encuentro, amor.
El semblante de Wen se tensó, lo que me hizo pensar que la novia de su primo no le agradaba.
—Lo siento —se disculpó el chico alejandose un poco de ella—. Wen, tengo que irme, saluda a tu mami de mi parte.
—Claro, Maxi, hasta luego.

Se despidieron y me miró firmemente para después irse.

—Tu primo es aterrador —rompí el silencio que había de camino a su casa.
Rió divertida—. Es muy celoso, pero no es peligroso, no le temas.
—De acuerdo —la abracé hacia mí—. No te agrada su novia, ¿cierto?
—No.
—¿Por qué?
—Por muchas cosas. Llevan saliendo casi dos años y aún no logra agradarme.
Me limité a asentir.
—Maxi es todo un lindo. Aparenta ser muy rudo pero no lo es.
—Tendría que conocerlo bien para creerte.
Reímos y bajamos del taxi al llegar a su casa. Le pedí al taxista que me esperara y asintió.

Permanecimos abrazados por un momento y luego me separé un poco para unir nuestros labios. Acaricié su cintura y ella mi cabello. La presioné contra mi cuerpo y rosé sus labios con mi lengua. Ella dejó de besarme y sonrió.
—Luke...
—¿Sí? —besé cortamente sus labios.
—¿Que somos? —peinó un poco mi cabello.
Me encogí de hombros—. Amigos —solté sin pensarlo. Esto ya se me estaba haciendo una mala costumbre.
Se alejó de mi, mirándome incredula—. Llevamos saliendo un mes, Luke. Nos besamos siempre y, ¿somos amigos? ¿Que acaso te besas con todas tus "amigas"?
—¡No! No te enojes, no es para tanto.
—¿Ah no? ¿Sabes qué? Quisiera saber como tratas a tus amiguitas para saber cuanta diferencia hay entre ellas y yo. Creí que era especial para ti, Hemmings.
Me quedé callado.
—Eres un idiota.
Y cerró la puerta en mi cara.

Everywhere You Go + Luke HemmingsWhere stories live. Discover now