capítulo 10: ¿Entonces... eres tú?

9 5 0
                                    

El "Hill's stone" estaba muy lleno de gente, cada cierto minuto pasaban alrededor de nuestras mesas, y se instalaban en las próximas cercanas a la de nosotros, me quedé un rato en silencio, hasta que carraspee, y por fin pude volver a hablar, moviendo mis dedos, atrapando mi pulgar entre ambas manos.

— Así que la verdad, ¿eh?- alcé una ceja hacia el tipo llamado "Lainer",

éste asintió.

— Soy tu padre...

¡Ay!

Espera, ¿qué?

¿mi padre? ¿Y lo suelta así nomás por así decirlo?

Mordí mi labio inferior, y me frote con la mano izquierda la sien, eso sí que era ser directo, sin embargo Kyle me miró y se apresuró, antes que yo pudiera decir algo.

— Significa que él... nuestro señor el que vez aquí, tuvo que dejarte al cuidado de tu tía Misaru, luego de la muerte de tu madre, nuestro señor se la pasó muy mal, por eso fundó la empresa que hoy en día es "Lainer Suit", una empresa que va más allá de ayudar a la gente, y programar vuelos, o productos, una empresa de sujetos para prueba"X". — esto último lo dijo como si no tuviera una pisca de tensión, lo miré despectiva, sin embargo él decidió continuar- pero algo salió mal... Y se nos escapó principalmente a nosotros de nuestras manos, por lo que nos vimos obligados a irnos por un buen tiempo, tu padre necesitaba que estuvieras a salvo, y te dejó con Misaru, ella prometió guardar el secreto, incluso sí tu padre no volvía.

— Ella llevaría el secreto a la tumba, por eso no consideramos justo, que si algo le pasara al jefe, o a tu tía, no sepas de tu propio origen- Añadió Álex, lo miré atónita. Tenía una mirada muy fija en mí.

— eso es porque tú no eres un humano cualquiera, posees una sangre un tanto "misteriosa", sé que en este momento debes de estar confundida, lo sé, pero esto no podía esperar más, perdí contacto con tu tía, y no volví a saber de ella, me costó mucho trabajo poder hacer que consigan tu paradero, pero mírate aquí estás, escuchando algo de lo que aún crees que es una locura.

— es que creo que es una locura, ¿por qué no me llevaste contigo? - Comencé a Contraatacar con preguntas - ¿Cómo puedo saber qué no mientes? ¿Quién eres en realidad, eres Lainer? ¿Por qué me cuentas todo esto ahora? ¿Por qué no hacerlo desde antes?

Lo sé me estaba alterando, y no pensaba con la cabeza fresca, pero mis mejillas ardían, no sé si por el coraje que sentía, o por la emoción y adrenalina de ver que mi padre, luego de tantos años, nunca murió.

— Creo que no estabas escuchando... - Álex dió un suspiro pesado.

— vale, sí, que lo estaba, Lo siento- recuperé el aliento y seguí escuchando lo que me decía mi "padre", tendría que ir a hablar seriamente con Misaru....

Pasaron alrededor de tres horas poniéndonos al día hasta que por fin dimos por terminado nuestro encuentro.

— Gracias por venir hija- se acercó para abrazarme, pero retrocedí- ok, lo entiendo, necesitas... - Le interrumpí queriendo irme de aquel lugar.

— Necesito tiempo... No es fácil para mí, pero me gustaría poder conocerte más- sonreí- por cierto me llamaste Audrey? ¿Es así cómo me llamo? - Pregunté un poco más calmada.

— sí, hija mía, así es como te llamas Audrey... Audrey Suit, mi hija...

Mi corazón dió un vuelco, asentí y me despedí de cada uno de ellos, antes de salir miré por el rabillo de mi ojo izquierdo y noté decir a mi padre.

— Te quiero mucho hija... Vuelve pronto, siempre serás recibida con brazos abiertos.

No pude aguantar más, y me viré sobre mis pasos, y volví de nuevo... Pero está vez para abrazarle, fue un abrazo profundo, que primero lo dejó helado, pero luego de poco tiempo se acostumbró, nos separamos y me miró a los ojos.

Mitad ExperimentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora