capítulo 28: Candente. ( Seil y Xein).

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- Señorita, no se aceptan devoluciones, una vez haya llevado el producto fuera de aquí, es responsabilidad suya si lo lleva o no. - el cajero me miró con seriedad. Ladeé un poco con la cabeza y con una mueca en la cara cogí el producto, no se lo dejaría a la señora bajita con cara de gruñona que pocos minutos antes me había echado en cara que ella había ido por el producto primero.

- Solo lo ha cogido para que yo no lo compre. - Refunfuñó ella.

- Señora, por favor espere su turno - Pidió amablemente el cajero.

- Ella ya se va, ¿no? - Alcé una ceja, porque todavía habían productos en mi canastita azul.

- Luego de ella señora, respete la fila - Ví cómo la paciencia del muchacho que me estaba atendiendo se estaba agotando.

- Pero.... - Quiso rebatir.

- Ay, Señora por fav.... - No pude terminar la frase porque alguien llamó la atención de la señora, era...

- Bella señora, pude encontrarle el producto que necesitaba. - noté Hioke le sonreía.

- Ay, chico eres todo un amor, no me conoces, pero me ayudas, gracias.

- ¿Ahora podría dejarme terminar mis compras? Es que esta hermosa señorita me las estaba cuidando. - Me reí un poco, y la señora alzó las cejas, estaba tan sumergida en mis pensamientos que no la escuché.

- Oh, ¿son parejas? - Aquello sonaba más a afirmación que pregunta.

- No - Negó él.

- Sí - Afirmé yo y ambos nos miramos.

- ¿Lo son o no? - Dijo confundida.

- No - Negué esta vez.

- Sí - Me llevó la contraria, nuevamente nos volví a mirar.

- ¿Qué?, ah, no, no somos - Me escandalicé.

Fue cuando me había percatado de lo que había dicho, el cajero carraspeó y llamó nuestra atención, a la final la señora me pidió una disculpa y el problema se arregló, Hioke me ayudó a subir las compras al carro.

- No tenías que hacer esto en serio, yo podía llevarlas a casa.

- señorita te pido una disculpa por decir que sí.

- ¿A qué te refieres? - Lo miré confundida mientras él giraba a la siguiente cuadra.

- Lo que pasó allá en el super yo...

- ¡Ey!, Hioke no tienes porque pedirme disculpas, tú me salvaste de esa situación que no parecía tener pinta que fuera todo bien. -Lo ví sonreír.

- ¿Incluso si te digo que te amo señorita?- Tragué saliva y me quedé muda, noté como Hioke apretaba un poco sus labios. - No tienes que decir nada señorita, solo quiero que sepas que te amé, y sigo amando del mismo modo cuando te ví el primer día, me basta con que lo sepas, solo me basta con eso.

- Hio yo... - Colocó uno de sus dedos en los labios y me guiñó un ojo, guardé silencio y todo el camino fue fué sin decir ni una sola palabra.

****

Gracias a Hioke logramos llegar a tiempo antes del almuerzo, al entrar noté los pasillos y escaleras sin rastro de nadie, puesto que se la pasaban muy ocupados, iba a subir cuando una mano me jala hacia un costado, casi grito.

- Ah, ¡Pero que casi me das el susto Ryuk! - Le recriminé.

- Discúlpame, en serio es que quería darte esto. - Sacó una caja de bombones reconocida.

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