capítulo 22: Maneskin.

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Apenas pasó un día desde que venimos aquí, y me encantaba este lugar, y más sobre todo su música.

Allora baby, baby, baby, asciuga il pianto.
Baby, baby, baby, baby, bevj dal mio piatto
Sì, tu puoi cadere un puedo anche dall'alto.
, tu puoi cadere un puedo anche dall'alto.

Y al ritmo de la banda sonora de Maneskin que sonaba por las calles concurridas de toda Italia, movía mi cabeza de un lado para otro, no podía aún creerlo, iba a conocer a por primera vez en un concierto a mis cantantes favoritos, sonreí para mis adentros, puesto que solo faltan dos días más, y aquella emoción era aún más gigantesca de lo que pensaba, y Dylan pareció notar lo feliz que estaba porque me lanzó una mirada de alegría aún se me hacía un sueño lejos de ser real, subrealista, y eso fue lo que me emocionó para traerme mis estampados de Maneskin, de Choosen, beggin, y algunas de la hermosa bajita De Angelis, y Damiano, el líder de aquel maravilloso grupo de rock, su estilo punk, y liberal era el que me hacía sentir cómoda, eran como si expresar o mostrar no fuera suficientemente para ellos, eran palabras vivas, eran vivos en palabras lo que me emocionó aún más, Dylan posó su cabeza a la mía, y sacó una foto, al terminar el clip, se echó a reír.

Sakura: Qué no es gracioso, ¡déjame verla Dy! -Hice un puchero, pero él negó con la cabeza, entonces se me ocurrió una gran idea, pasé mis manos por las de este, noté su rubor, y rápidamente aproveché el momento, y le quité el celular, este protestó.

—  ¡Ey! - puso nervioso.

— Solo quiero ve... - Me quedé con la boca abierta, ahí estábamos él y yo de fondo de pantalla, lo miré, y esté a mí, le devolví su teléfono, y me disculpé, este se asiento, pero se sonrojó.

— Venga ya... Vamos mejor de vuelta con los demás, preciosa. - Asentí y nos encaminamos directo hacia donde estarían los todos reunidos, tendría que ver cómo apañarmelas, ya que ayer le dí el sí a dos personas, a Daichi y Ricardo, ojalá sea divertido...

Los dos días pasaron muy rápido y, consigo, llegó el día esperado, habían dicho que sería por la noche, comenzando de ocho media pm, a doce media que acabaría el concierto, daba vueltas de aquí para allá, pensando en todo lo sucedido, suerte un día antes del segundo día, nos pudimos instalar, y conseguir venir acá a Venecia, estaba saltando, irradiando de alegría, comencé a jugar mi mundo conjunto, sería una falda negra pegada al cuerpo, con una blusa manga corta de estampados de todos ellos, bajé mi short, y me quité la blusa, dejándome en ropa interior, puse a dar vueltas por toda la habitación de mi cuarto, iría a tomar un baño, para descansar un poco, me iba a entrar al baño cuando tocaron a la puerta, antes que pudiera decir algo, esta se abrió de par en par, y ahí estaba él.

— Siento entrar así, pero es que Misaru me ha dicho que te di... - La  expresión de Ryuksaki palideció al verme en ropa interior, entonces... Grité..

— ¡Fuera de mí habitación! - Grité alarmante fuertemente que le lancé una almohada que tenía al lado, este cayó un poco hacia atrás.

— ¿Eh?, ¿Qué sucede Sa...? - miré horrorizada a Christopher, y volví a gritar, rápidamente este se volteo- Vale, que lo siento chica, pero... Joder, deja de gritar que mis tímpanos no son de hierro... - dijo tapandoselos.

Cogí rápidamente una toalla y la envolví en mi cuerpo, cuando me disponía a acercarme una sombra pasó velozmentez, que no en siseo, Ryuk cayó soñado, y Chris de no ser por sus reflejos rápidos, también hubiera caído soñado, pero la peor parte fue para Ryuk, pobre... Estaba literalmente tirado en el suelo, me regresé para mirar a la figura que me defendía con sus brazos.

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