capítulo 35: Un comunicado atroz.

2 0 0
                                    

Daichi:

Carraspée ante la pregunta de mi madre, pero rápidamente tomé el control de la situación. No dejaría que el nerviosismo me ganara.

— Madre, hemos venido a cenar a lo libre. - Ví cómo mi padre alzó las cejas.

— ¿Osea qué aún no es novia de alguno de ustedes? - Fruncí el ceño ante tal pregunta tan descarada.

— Papá.. - Lo miró Ricardo.

— Es la acompañante de Daichi. - Dijo finalmente Aarón. Algo el mi interior se calentó al oír aquello, mi madre me siguió mirando con una sonrisa cálida para luego asentir.

— Entonces.... Sabía que Daichi siendo testarudo, una chica como Sak logró adentrarse en su corazón. - Río mi madre.

— Mamá... - Mi sonrojo se estaba comenzando a hacer notable.

— Ay, tan rápido crecen.


Pude ver de reojo como Sak reía y sacudía la cabeza. Me incorporé para susurrarle.

— ¿Lo estás disfrutando?

— Sí, Tu mamá es un ángel. - Curvé mis labios en una gran sonrisa.

— Tú eres mi ángel... - No sé si fue la emoción o que, pero ya que estábamos al lado uno del otro, su vestido azul marino dejaba notar sus piernas blancas, lo que me llevó a bajar una mano por la mesa y apretar su pierna derecha, pude notar como suspiró, era un tacto suave pero con deseo.

Pero mientras estuviéramos en aquella casa, no haría nada.

Al menos ahí no.


          *********************

La cena fue todo un éxito y mis hermanos se quedaron a conversar con mis padres, pude notar como me lanzaban una mirada de aprobación cuando decidí llevar a Sak arriba por el otro lado de una puerta secreta, le dije que esperara un momento. Al volver por la guitarra que había dejado hace como cincos años en mi cuarto, esta me sonrió.

— ¿Lista para un viaje nocturno? - Le pregunté mientras sonreía pícaramente.

— ¿Eso suena a otro viaje astral al ver las estrellas?

— O poderte hacer ver las estrellas. - Ví cómo se sonrojaba y me incliné hacia su rostro. - Lo que decidas tontita, al fin acabo esta noche eres completamente para mí.

Reí y la cogí de la mano, abriendo una puerta salimos escabullidos por esta, la junté y agarrados de la mano, guiando el camino y sintiendo un fuerte latido en mi corazón.

Tardamos solo al menos treinta segundos en llegar al lugar donde de niño pasaba solo, un hermoso jardín de pétalos de cerezo de flor, con un abundante pasto brilloso y perfecto, a su lado el árbol grande a donde dormía, en medio una S y D marcada, sonreí para mis adentros.

— Wuahh, ¡qué hermoso lugar! - Ví la emoción en sus ojos, y no pude sentirme más que afortunado esa noche.

— Tu nombre. - Dije y me miró confundida. - Pétalos de cerezo de flor.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 14 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Mitad ExperimentoWhere stories live. Discover now