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Aizetsu te agarro de la mano y te comenzó a llevar hacia la mesa

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Aizetsu te agarro de la mano y te comenzó a llevar hacia la mesa.

Por ahora solo come tranquila... — Te dijo mientras los dos bajaban las escaleras.

Tu temblor del cuerpo aun no desaparecía, aun sentias ese miedo que sentiste cuando viste a tu hermano menor quitarse los pantalones....te daba mucho asco.

Cuando llegaron a la mesa, ahí estaban tus hermanos ya comiendo, ni se habían molestado en esperarte

En cuanto entraste, llamaste la atención de Urogi y Karaku quienes te saludaron con algo de doble intención, tu los ignoraste pues con tan solo verlos te acordabas de lo que había pasado hace horas y no te gustaba.

Siéntate aquí... — Aizetsu te señaló una silla al lado de el, tu Aceptaste pero desafortunadamente a tu lado derecho estaba el ojiamarillo quien sonrió maliciosamente cuando te vio tan cerca suyo.

Tu con bastante nervios te terminaste sentando en medio del ojiazul y ojiamarillo, Tu hermano mayor Sekido puso los platos de comida en la mesa para después sentarse.

Akari, ¿se puede saber porque estas tan decaída? — Te pregunto Sekido con molestia mientras se metía un bocado de su comida a la boca.

Yo digo que esta así por se acordó que no tiene amigos JAJSJAJA. — Se burlo Karaku y Urogi también.

Callense inútiles. — Ante su regalo los dos se callaron pero te miraron algo que te incomodo y bajaste la mirada. — ¿No nos vas a decir Akari?

Te miro con una expresión seria, Aizetsu simplemente estaba pensando en una excusa para que salieras viva de esta.

Esta asi por algo personal, no la obligues a contarte. — Aviso el ojiazul con tristeza mientras te abrazaba por el hombro. — Que triste de tu parte...

Tsk. — El ojirojo miro a otro lado molesto. — No quiero ver que tengas esa actitud de nuevo sobre esta mesa, si quieres puedes irte.

Asentiste y sin más comenzaste a comer lentamente, aun sentias ese disgusto, te era muy incomodo comer asi.

Pudiste sentir las miradas de tus hermanos excepto de Aizetsu, los cuales te miraban fijamente inspeccionándote y revisando hasta el más mínimo de tus movimientos.

En eso, Zohakuten llegó mientras se sobaba la cabeza y se sentó al lado de Sekido donde estaba su plato ya servido.

En cuanto se sentó, recibió varias miradas sorprendidas de sus hermanos menos de Aizetsu, este lo seguía mirando con odio y no era para nada discreto.

¿Acaso te caiste de la cama Zohakuten? JAJAJAJA — Urogi se burlo, el y Karaku rieron nuevamente.

Ante eso, Sekido golpeó la pesa con fuerza haciéndola temblar, aunque sin duda tu te asustaste más e incluso te hiciste bolita en tu asiento, casi te dio un infarto, pues dígamos que eras de asustarse fácil y más si son ruidos que suenan espontáneamente.

Condenada en vida | Clones de Hantengu yanderesWhere stories live. Discover now