Condenada en vida | Clones de Hantengu yanderes

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[NARRA AIZETSU]

Hoy noto algo raro a Karaku desde que entramos a clases, no pone atención, bueno, nunca pone pero ahora está peor, lo he cachado con las manos en la masa, pues a veces solía tocarse su.....ejem, por encima de los pantalones y frotarse.

Que puto asco.

Incluso pensaba decirle a la maestra, pero....Sekido me regañaria, además eso es algo común en Karaku.

Solo tenia que ignorarlo y ya, aunque, a veces también me preocupaba, ya que, lo escuche como 10 veces que gemia el nombre de Akari....esto no me da buena espina, tengo miedo de lo que le pueda hacer...

Ahora mismo este estaba mirando a la ventana, como siempre no poniendo atención a lo que la profesora decía.

En un momento repentino, note como una sonrisa apareció en su rostro, se levanto y fue con la maestra.

— Profesora, ¿puedo ir al baño? — Le pregunto con algo de emoción y apretando levemente sus puños.

Yo alze la mirada rápidamente hacia ellos para ver lo que le contestaba, mierda, no me daba buena espina, no me quiero imaginar lo que hará.

— Claro. — La maestra le dio permiso, el ojiverde salio casi saltando de la felicidad del salón.

Cuando salio, aproveche que estaba cerca de la ventana, cuando la mujer miró a su computadora, yo me levante sin que ella se diera cuenta y me asome a la ventana.

Lo primero que vi fue a mi hermanastra Akari caminando con dificultad hacia el baño, detrás de ella estaba Karaku caminando para alcanzarla.

Si que es un maldito, mierda, tengo que impedir que pase lo peor.

Me levante y camine hacia la salida, apenas me acerque y la profesora me habló.

— ¿A donde va, señor Aizetsu? — Me pregunto, tocaba fingir estar enfermo.

— T-Tengo una emergencia, profesora....tengo que ir al baño urgentemente. — Mentí fingiendo una cara enferma, mi profesora alzo la ceja.

— No irá, hace menos de 1 minuto estaba bien, esta mintiendo, además tendrá que esperar a que su hermano venga. — Al escuchar sus palabras tosi un poco más fuerte, mierda, tengo que convencerla, no quiero que ese malnacido le haga nada.

— Por favor, voy a vómitar. — Fingí una cara de sufrimiento.

Por dentro estaba desesperado, tan desesperado que incluso quería salir corriendo e ir al baño para detener a Karaku, pero eso solo empeoraria las cosas.

— Señor, no me quiera ver la cara de tonta, antes era enfermera y se perfectamente los síntomas del vomito, y usted esta fingiendo, ahora váyase a su asiento que no quiere que le meta citatorio. — Ante sus palabras no pude evitar sentirme inútil, mierda, mierda.

No me quedaba otra opción, me volví a sentar en mi asiento sintiendo las miradas sospechosas y tensas de mis demás hermanos.

Mire a la ventana, lo único que pude observar era como Karaku metia a la fuerza a Akari al baño de los hombres, mierda...., rapidamente sentí una punzada en mi pecho y me comenzó a doler...

Soy un inútil, inútil.... ahora por mi culpa, Akari será..... me duele decirlo, pero será violada de nuevo...¿es mi culpa...?

Trataba de volver a concentrarme en el pizarrón, pero mi mente no podía dejar de maldecirme, mis manos comenzaron a temblar y mi mandíbula también, no podía dejar de pensar en lo que estaba sufriendo por mi culpa....

Ni siquiera para defender sirvo.

[••••]

— Se lo que hiciste. — Le dije a Karaku con molestia mientras apretaba su hombro.

Ante mis palabras solamente me sonrió  on esa sonrisa arrogante de siempre, me daban ganas de arruinarle esa sonrisa ahí mismo al muy mujeriego.

— Me alegra que te hayas enterado, ¿te digo algo?. — Se acercó a mí oido. — La chupa demasiado bien~ el interior de su coño y de su garganta son otro nivel....se siente tan bien... —

Soltó una risa para después alejarse y volver a su trabajo, yo puse los ojos en blanco, me estaba aguantando las ganas de llorar ahí mismo...

No podía ni imaginarme el dolor que sintió Akari....me siento un inútil.

Karaku, eres un maldito enfermo de mierda al hacerle algo así a Akari sabiendo que tienes novia....

[NARRA ESCRITORA]

Mientras tanto, Sekido miraba a sus dos hermanos con el ceño fruncido, pero, sin duda miraba más a Karaku, estaba sospechando de él...

Pfff, ¿"me quede encerrado en el baño"? Que excusa tan barata.

En su mente solo pasaba que había tenido sexo con Akari, y al pensar en eso una ira inefable invadía su ser....apretó su puño mientas miraba al ojiverde.

— (Karaku....me las vas a pagar idiota) — Fue lo único que pensó.

[••••]

Ahora literalmente ya no podías caminar.

Y si, tus piernas temblaban demasiado, y con cada paso que dabas el dolor aumentaba, era algo insoportable, podías sentir tu entrada sangrando, era horrible, muy horrible.

Pero, como podías intentabas llegar hasta tu salón aunque cayeras.

Venias apoyada de una pared, literalmente tardabas como 5 minutos en dar un solo paso, pues el dolor de tus piernas e interior era horrible.

Sentías tu garganta también ardiendo, el maldito de Karaku te la había lastimando bastante. Mientras caminabas, lágrimas salían de tus débiles y cristalizados ojos, no podías creerlo, habías sido v-violada por tus hermanastros...y lo peor, no hay nadie a quien puedas decirles, todos en la preparatoria son amigos de ellos, y sus padres...murieron, solo tienes de opción a su Tío Urami, pero el....hay muy poca probabilidad que te crea.

— Señorita Akari, ¿esta bien? — Escuchaste a uno de los prefectos acercarse a ti.

Ante esa pregunta repentina te sobresaltaste de manera horrible y accidentalmente caiste al suelo, así empeorando el dolor de tus piernas.

— N-No me haga nada! — Sollozaste agarrando con una de tus manos tu pierna y la otra te cubrías a ti misma.

Soltaste las lágrimas y leves gritos, ya no soportabas tus piernas, era como un infierno.

— No te haré nada, tranquila.... — El prefecto se acercó con lastima a ti y te agarro de la muñeca para después levantarte.

Te sentías sucia, más sucia cuando el prefecto te comenzó a llevar por su cuenta.

Ya no aguantabas más tu cuerpo, podías sentir el semen de Sekido y Karaku todavía en tu interior.

Te daba miedo salir embarazada.