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Los siguientes dos días, fueron dolorosamente tranquilos

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Los siguientes dos días, fueron dolorosamente tranquilos.

Yoongi se las pasaba con las típicas agonías que traía el celo: cólicos, calor, agitación, sueño, molestias... Y la lista seguía.

Anteriormente su celo había sido pésimo, pero ahora se sentía especialmente horroroso. Apenas podía contar entre días para saber cuándo se acabaría esa tortura.

Se la había pasado pensando en los silencios de muerte que rodeaban el ambiente, solo apachurrando al pobre Holly para no sentirse tan sólo y frío allí.

Jimin cumplió lo dicho, iba por las mañanas antes de la universidad a por lo menos, saludar. Pero Yoongi se encontró  extrañando su calmada presencia, y su lobo no estuvo exento del mismo sentimiento.

Dios, su celo le había alterado las neuronas, no podía creer que se la pasó pensando en las veces que el alfa liberó antes su aroma para calmarlo. Yoongi, en su estúpido instinto, se descubrió con las ganas de dormir atrevidamente sobre su cama, hasta que finalmente lo hizo.

Era el celo, maldito celo.

Solo quería sentirlo allí y olisquear su esencia aunque sea un poco, incluso hasta se puso sentimental por lo solitario que se sentía. Oh, de nuevo, maldito celo que creaba problemas por todos lados.

Gimoteando de molestia contra la almohada, abrió sus párpados pesadamente. Se sentía adormecido y apenas consciente del alrededor, pudo ver a Holly durmiendo plácidamente en su cama mientras él invadía la de Jimin.

Tenía que servirle comida al cachorro antes de que despierte, y luego se tumbaría de vuelta a cama a pensar en sus miserias hasta dormir de nuevo.

Sin embargo, antes de siquiera levantar la mejilla de la almohada, el timbre siendo tocado le hizo abrir solo un poco más los párpados.

-¿Jimin...?-Yoongi murmuró, forzándose para levantarse.

Todavía se sentía adormilado por el celo mientras arrastraba los pies hasta la puerta, apenas sus sentidos despertaban y fue conscientes de cómo el estómago le gruñía del hambre. Bien, después de ver al alfa prepararía un buen sándwich.

-¿Jimin?-Volvió a preguntar con la mano en el pomo, frotando sus ojos y bostezando, suspirando cuando pareció no recibir respuesta, ¿o tal vez sí? No lo sabía, estaba demasiado cansado.

Un poco desorientado, se decidió a abrir la puerta, pero antes verificando que el seguro esté puesto.

¿Debió ser producto de su imaginación?.

Asomó sus orbes dormilones y automáticamente el sueño se le drenó de un solo golpe.

-Hey, Yoongi-En ese solo instante, sintió que el frío se le subía por toda la espalda, su primer instinto fue cerrar la puerta, aunque él la detuvo-¿No dirás hola o me dejarás pasar?

Kintsugi [JS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora