Sin pensar

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En ocasiones hacemos o decimos cosas solo para obtener una respuesta, una acción que nos haga sentir.

Ella solía sonreír, pese a tener una sonrisa perfecta. Se rodeaba siempre de gente que la hiciese sonreír, y si estaba en un sitio nuevo o se sentía incómoda, era algo que se notaba en su cara. Queriendo parecer alguien sencilla, y auténtica, siendo también, pero en realidad, más compleja de lo que la mayoría podría pensar.

Qué más da lo que piensen, no saben nada, sonríen con falsedad y pretenden acercarse a ella. Quizá todo esto no se ajusta en absoluto a la realidad de la que hablaba, porque nunca pude, ni quizá podré, conocerla como merecía; pero la vida es caprichosa. Tanto como lo soy yo, tanto como la estupidez.

Era una chica del montón, de ese montón que sobresale por su luz interna, esa que ella no quiere reconocer, pero también de ese montón que amando y trabajando lo demuestran. ¿El qué? Todo.

Delgada, de estatura media, el pelo liso. Tampoco era una 'niña guapa', más bien una 'niña rota'. ¿Por qué? Tampoco lo sabré, o sí.

Supongo que siempre fui un idiota, uno de esos que tropieza con torpeza, sabiendo que va a pasar, con la conciencia recordando que es una mala idea, que dolerá aunque ahora divierta ser así. Pero así al menos se siente algo, aunque sea dolor. Querría poder volver a expresar un perdón, sincero y de corazón. La puerta de asumir las cosas se cerró de golpe, la de ella también. Inexperto, creí jugar bien a esto, jugar como lo hacían los demás, como esperaba que lo hiciese ella. Pero solo jugué suciamente como lo habían hecho conmigo.

En mis noches de divagaciones por un mundo prestado, creí que por una vez todo sería más fácil, porque la vida era así, pero ella no. Y la lección aprendida es que lo que fácil viene, fácil se va; pero eso no lo ves cuando actúas sin pensar.

El Blog de Aura BlueWhere stories live. Discover now