Como una estrella de mar

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A menudo escucho esa metáfora de que, cuando tiras un vaso de cristal al suelo, éste se rompe y aunque recojas los pedazos, nunca volverá a ser igual. Se refieren a las relaciones de amistad, de amor... Cuando se traiciona o hace daño de alguna manera a alguien, nunca vuelve a ser lo mismo.

Está claro que cada uno busca las metáforas que mejor explican o representan lo le ha tenido lugar, incluso frases que siempre nos hacen cerciorarnos de que pase lo que pase las cosas ocurren de determinada manera por esa razón. Porque las frases y expresiones de siempre tienen razón, las dice todo el mundo. Y me cuestiono si realmente es así.

Al escuchar lo del vaso de agua roto es inevitable que piense 'si piensas así, lo más fácil es que ese vaso sea inservible, que si lo intentas unir, lo más probable es que quede horrible, incluso puedes hacerte daño. Y no, total, solo es un vaso'... En cualquier caso, alguien en su 'sano juicio', ante esto, tiraría el vaso a la basura y compraría otro. Encaja mucho en la mentalidad actual.

Pero me pregunto qué pasaría si la metáfora fuese otra, si la descripción gráfica fuese la siguiente: tienes a tu cuidado una estrella de mar (mejor que un vaso, dado que somos seres vivos), sin querer o queriendo la hieres, y haces que se le desprenda parte de su cuerpo. La estrella de mar no muere, inmediatamente después de esa situación dolorosa para ella, sino que comienza a regenerarse lentamente. A su ritmo, avanza despacio, sin decir nada, sabiendo que volverá a estar completa pronto, con nuestra ayuda o sin ella.

Ante esto, ya no sentimos que podamos hacer lo mismo que con el vaso, ¿no? La estrella sigue viviendo, no podemos tirarla como si fuese basura. Ahí, cuando sufra esa estrella es cuando debemos plantearnos qué es lo que hemos hecho, qué clase de personas somos, qué vamos a hacer al respecto. ¿Abandonar la estrella porque ya no está como antes, o cuidarla hasta que se recomponga?

Las cosas son desechables, las personas no. Esa es mi gran conclusión. A alguien no lo compras porque te gusta, no lo colocas donde te apetece, ni lo utilizas cuando quieres o lo tiras cuando se rompe. Las personas son un caos, como tú, las eliges porque has tenido la gran suerte de encontrarte en este gran mundo con ellas, te han gustado por lo que son, quizá por lo que podrían ser, das lo mejor de ti; e inevitablemente, habrá momentos en las que lo hagas mal, fatal, la cagues de mil y una formas, pero lo que importa, es lo rápido que reinicies tu sistema, lo dispuesto que estés de nuevo a sanar y mejorar.

No hay metáforas lo suficientemente fieles a la realidad, las personas somos complicadas, las relaciones son únicas. Pero algo sí tengo claro, el amor es algo maravilloso, solo hay que estar dispuesto a sentirlo.

El Blog de Aura BlueWhere stories live. Discover now