Royal Flush

Capítulo 6

¿Ya vieron la nueva portada? :3

Capítulo 6 | "Reencuentro, Parte II"

Alek Morosov

Annika me evalúa con sus penetrantes ojos azules, tan iguales y diferentes a los míos.

— Mamá no venía a verme mucho — le explico — Pero, cuando Egor la dejaba hacerlo eran las mejores horas de mi vida, y siempre me hablaba de ti — sonrío nostálgico ante el recuerdo de mamá — Llevaba fotografías siempre, las cuales Egor nunca dejaba que conservara y terminaba rompiéndolas frente a ella, pero las grababa a fuego en mi memoria.

El recuerdo de todas las veces que le rogué a mi padre que me dejara conocer a Annika, como imploraba conocerle, como anhelaba pasar aunque fuera un minuto con ella, y nunca lo obtuve.

— Egor nunca me dejó verte — continúo — Cada vez que hablaba de ti con él o me escuchaba preguntando por ti, sabía que me esperaba una paliza de sus hombres.

» Soñaba con verte, con cuidar de ti. Me mataba pensar que donde quiera que Egor te tuviera estuviera haciendo de tu vida un infierno a como lo hacía conmigo. Intenté escapar varias veces cuando era niño, pensando inútilmente que podría encontrarte a ti y a mamá.

— ¿Y luego? — cuestiona con la voz entrecortada.

— Luego Egor me dijo que mamá murió, que uno de sus hombres la mató — la opresión en mi pecho es casi insoportable — Al menos fue lo suficientemente gentil de traerme su cuerpo para dejar que pudiera despedirme de mamá.

— Ese hijo de puta — el ruso se filtra por su voz llena de una furia atroz — ¡Fue Egor quien mató a mamá!

El desconcierto me invade mientras todos los engranes en mi mente, todas las veces que realmente creí que Egor pudo estar involucrado en su muerte me indican que siempre tuve la razón. Que nunca estuve equivocado, que él siempre fue el culpable de todo.

— No... él no lo hizo, él... — mi mente es un desastre que ata todos los cabos sobrantes a una velocidad desmedida, y todo apunta hacia Egor — Él me dijo que...

— ¡Mentiras, sólo mentiras! — Annika pierde el control — Él mató a mamá frente a mí.

Millones de escenas sobre la muerte de mamá se proyectan en mi mente, todas las maneras en que pudo acabar con su vida de la manera más cruel y horrible, para después tener el coraje de decirme que uno de sus hombres la había matado, mientras me veía llorar sobre el cuerpo sin vida de mi madre.

Los lobos se encargan de consolar ligeramente a mi hermana cuando parece también sumida en el dolor de sus recuerdos, pero son sus siguientes palabras las que terminan de romperlo todo:

— Egor mató a mamá frente a mí — repite, en ruso — Recuerdo perfectamente como ella le rogaba que la perdonara, diciendo que dejaría de buscar a alguien. Aun así, Egor no lo hizo, no pudo perdonarla. Ahora entiendo que ella hablaba de ti.

La culpa se dispara por mi cuerpo como una cascada, invadiendo cada lugar de mi cuerpo. Mamá murió por mi culpa, por buscarme. Él la mató por ello, por mí.

Tal vez no fui yo quien apretó el gatillo, pero soy tan culpable de su muerte como él.

— ¿Él fue malo contigo? — cuestiono minutos después, aunque ya no me atrevo a mirarla.

— Malo le quedaría corto — su voz está cargada de dolor — Él es el dueño de mis pesadillas.

— Un monstruo — las palabras en ruso se escapan de mi boca sin que pueda controlarlas.