Royal Flush

Capítulo 10

Capítulo 10 | "No más secretos"

**Semanas antes del secuestro**

Yulia Ivanova

— ¿Ya saben qué harán?

Mi voz hace eco en el hangar en el que nos encontramos. Uno de los hangares a nombre de Alek en Rusia, donde se dedica a acabar con las presas que mis hermanos se encargan de cazar para él. Niega ligeramente con la cabeza.

— Aún no lo hemos decidido — responde.

Estamos en un pequeño y algo olvidado sofá, dado que Alek no viene mucho por aquí y cuando lo hace... digamos que tiene cosas más importantes que hacer que echarse en el sofá.

Apenas una ligera manta cubre mi cuerpo desnudo, arremolinándose a la altura de mis caderas mientras mis piernas se mantienen enrolladas a la de él bajo la sábana. Una de sus manos se encuentra apoyada tras su cabeza, lo que me permite observar todos los músculos que se flexionan ante sus movimientos mientras que la otra deja pequeñas y vagas caricias despreocupadas por toda mi espalda. Toda nuestra ropa está desperdigada a lo largo del hangar.

Me enfoco en las pequeñas gotas de sangre seca que tiene desperdigadas por su cuello, bajando lentamente por su torso. He venido justo cuando terminaba con su presa, no ha tardado en deshacerse del cadáver y echar a correr hacia mí, sin importarnos a ninguno de los dos si su cuerpo seguía lleno de sangre o no.

Nada importaba, sólo nosotros.

Vuelvo a la realidad cuando detecto sus ojos sobre mi piel, observándome fijamente, dejando un rastro caliente por donde quiera que recorra su mirada, lo veo sonreír cuando detecta el leve rubor que se planta en mis mejillas cuando me percato que tengo toda su atención, la atención fija de un par de ojos azules del color del mar, de un mar lleno de tempestad, que promete acabar contigo apenas oses cruzar sus olas turbulentas.

— Estás muy callada — acota.

— Normalmente quien habla más de los dos eres tú — contraataco, haciéndolo reír.

— No intentes distraerme — sonríe, atrayéndome a su cuerpo — Sé que algo te pasa, ¿es por lo de Egor?

La mención de su padre corta el aire como si de una ventisca fría se tratase, embarduna el buen ambiente como si la mera mención de su nombre fuera capaz de destruirlo todo.

Y así es.

— Me preocupa — admito — Me preocupa que los Blackwolf no parecen considerar los riesgos del plan si eso conlleva salvar a tu hermana.

— Salvar a mi hermana es el único objetivo, Yuls.

— No si eso te pone en peligro — odio cómo la voz se me corta ligeramente — No si eso pone en peligro a mis hermanos, Alek.

Parece meditar mis palabras, sin intervenir ni una sola vez en mi contra. Sabe que tengo razón, pero me duele que no intente contradecirme.

El plan que los hermanos Blackwolf están planeando con él es uno de los más arriesgados que he escuchado, no les importa nada, ni siquiera todas las advertencias que se han desplegado sobre ellos, porque su único objetivo es acabar con los pesares que suponen para Madison.

Y lo entiendo, entiendo incluso la posición de Alek, quien cada vez se ha vuelto más cercano a su hermana, puedo entender el mismo deseo de acabar con la persona quien más los ha atormentado, tanto a ella como a él mismo, pero no es un buen plan cuando pone en riesgo a todas las partes fundamentales que lo han hecho posible.