Soy Feliz

Capitulo 25

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Rina y naruto volvieron a casa.

La pelirroja entró con algo de incomodidad a su nuevo hogar, incluso si ahora sabía que dejó de ser demonio, y que ahora, era hija del hokage.

La idea fue nueva, incluso si ser un humano como todos los demás era algo que en su antiguo mundo era imposible.

Los demonios podían reencarnar a los humanos de su mundo en demonios, para tenerlos como sirvientes o siervos. Pero eso también se debía a la baja natalidad de los demonios, que era bien sabido que era imposible tener hijos.

Pero que un demonio se convierta en un humano, era imposible, y que eso podría considerarse blasfemia en el inframundo, sobre si era la hija de la sangre gremory.

Pero ya no más.

Ya no tenía nada de sus padres como para considerarse una la hija de 2 de los demonios más fuertes en el inframundo. Era libre de ellos.

No le importa nada de lo que tenía antes de ser una demonio.

Incluso si ya no poseía las alas. Nunca pudo volar de todos modos, y solo serían inútiles. En todo caso, ser una demonio era inútil, si es que alguien de una facción diferente podía matarte con alguna arma sagrada, lo que sería el fin inmediato.

Pero ahora, que era una humana por completo, hizo las cosas diferentes.

Naruto miraba a Rina, ellos no se habían hablado desde que salieron del hospital por la noticia que Kurama le dijo, incluso noto que Rina no pareció sorprenderse tanto por la presencia de kurama, lo que lo llevaba a tener sus dudas del sobre el por qué de eso, pero no importaba de todos modos, sabiendo que ahora, para su aún asombro, Rina era su hija.

El, después de tantos años viviendo solo, ahora, tenia un hija.

Que tan raro y sorprendente era eso!?

Cerró la puerta, viendo como la pelirroja caminaba hasta la cocina.

No debía de decir que aún estaba tratando de asimilar todo sobre su nuevo ser, incluso si poseía algo más que solo un nuevo ADN. Debió de haber más cosas por las cuales tener sus dudas, incluso si nació siendo una demonio, y que ahora era alguien nuevo en un mundo completamente diferente, lleno de ninjas y seres sobrenaturales que aún no conocía del todo.

Ante todo eso, Rina se detuvo.

Su nariz pero a moverse, como si hubiera encontrado algo una vez había entrado en la cocina. Se movió un poco más.

El aroma era extraño, bastante bueno y también familia.

Su estómago empezó a gruñir, incluso si no lo había notado. Se le hacía agua la boca de tan solo ver hacia donde se dirigía el olor.

Una estuvo cerca, se topo con lo que estaba buscando, una funda cubriéndolo.

Saco la funda, antes de que sus ojos brillarán con una furia desenfrenada y hambrienta.

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RAMEN INSTANTÁNEA.

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Naruto dejo su abrigo de hokage en su oficina, viendo al espacio, aun tratando de analizar sobre qué ahora tenía una hija.

La sorpresa aun bajaba de su rostro.

Debía reír, debía llorar, debía gritar, lo que sea que fuese, debido de demostrar alguna expresión de más que solo quedarse hay sin decir algo.