DxD:Regreso al pasado.

Arco 0:Explicación.

¿Dónde estoy?

Me cuesta abrir mis ojos...¿Estaré muerto?

Creo que eso es lo más lógico, habré muerto ya que un mínimo golpe me mataría por estar muy débil.

Pero...no puedo moverme tampoco.

-~Hola, pequeño~- Una voz hizo que mi piel se tensara y no podía creermelo, esa era...era la voz de mi madre.

Aún puedo recordar como se había quebrado mentalmente cuando dije que iría a pelear con aquella bestia...mi padre la abrazaba mientras ella solo podía ocultar todos sus sentimientos en simples llantos sonoros.

¿Qué podía hacer? Me destruía ver a mi familia en ese estado, siendo ellos quienes me cuidaron, alimentaron y enseñaron valores.

No tenía la capacidad de verlos a los ojos desde que tomé mi decisión, así que solo me abstuve a mirar a un lado mientras sentía mi corazón romperse y quebrarse...tenía consciencia de que era ir a una muerte segura ese lugar, pero prefería pagar con una vida y no con millones.

¿El caos se desataría si los líderes de sus respectivas facciones no están? No lo sé...pero el precio era bastante elevado y era mejor no averiguarlo.

Mis ideales también empezaron a cambiar...había empezado a madurar y ver qué en el mundo no todo es tan fácil, tenía que luchar y sobrevivir.

-¿Cómo te encuentras, Mikki?- L-La voz de mi padre, recuerdo su mirada llena de dolor interno pero a la vez de orgullo por haber criado un hijo que salvaría a todo el mundo, para un padre...él era su máximo orgullo y logro.

Pero eso no quiere decir que cuando me abrazo...liberó todo su dolor que mantenía resguardado en su corazón, las lágrimas que caían en mi hombro era como si estuviera en el infierno, el abrazo fue tan fuerte como la primera vez que le dije "padre".

¿Cuál es el peor dolor? El de unos padres que tienen que dejar ir a la única bendición que han podido tener luego de varios embarazos fallidos...haciendo que su propio hijo vaya directo a su muerte...o el dolor de un hijo al tener que dejar a los que le dieron de comer, cuidaron, enseñaron y le dieron un lugar donde vivir lleno de amor, sabiendo que los días serían oscuros para ambos y no podría verlos más.

Sin duda, ambos dolores tenían la misma magnitud, ambos llevaban a un solo destino...separarse.

No pude aguantar todos los pensamientos y recuerdos que abordaban mi mente, por lo cual empecé a llorar...

¿Eh? ¿Por qué me escuchó cómo un bebé?

Lloré más fuerte, siendo que podía escuchar los susurros de mis padres.

-¡Oh! Cariño...algo le sucede al pequeño Issei- La mujer reconocida como Mikki veía al bebé en sus brazos, llorando mientras lo amamantaba.

Su esposo se preocupó por el bebé, en sus brazos cargaba también dos pequeños de un año aproximadamente los cuales no entendían nada más que estar mirando la escena y balbuceando al no saber hablar.

El hombre actuó rápido y acostó a los dos bebés en sus brazos con su esposa, antes de tomar al pequeño que había nacido hace pocos meses.

-Mi niño...no deberías llorar, ¿Sabes por qué? ¡Porque yo estoy aquí, tu padre!- Mencionó el hombre con una risita mientras abrazaba con calidez a su hijo menor, Issei Hyoudou.