DxD:Regreso al pasado.

Arco 0:Tus venas...

Rojo…

Tan llamativo y vivo ese color, en mis sueños siempre aparece.

En un lugar lleno de oscuridad el rojo se ilumina y puedo ver una forma extraña.

Es grande y varias llamas lo envuelven, puedo escuchar una voz pero mi respuesta nunca se hace esperar.

Rojo…como la sangre que corre por mi cuerpo.

Rojo y…

.•°DxD°•.

-¿Hoy es el día, no? Esto sigue siendo algo especial para mí, eres mi hijo después de todo- Un hombre viejo hablo mientras tosía un poco. El hombre aparentaba tener unos 65 años, vestía con ropas casuales que asemejaban más su edad, además se ayudaba con un bastón largo y fino de complexión cómoda.

-Padre, creo que lo mejor será que descanses aquí, yo tengo que ir a la entrega de mi regalo por parte de la iglesia al ver mi alto rendimiento…quiero que descanses y yo volveré bien para que puedas verme con esa espada en mano- Su hijo respondió ante las dudas que traía su padre, no quería que se esforzará mucho ya que era un viaje largo y duradero, él tenía que descansar y no esforzar su cuerpo innecesariamente.

La respuesta la había dado un joven de cabellos rubios, estaba vestido elegantemente con un traje de color blanco debido a que la fecha de hoy era especial en su registro.

Los ojos azules de aquel joven viajaron a su padre, él lo había cuidado desde que era un bebé y se encontraba eternamente agradecido con él, sabía que no era su verdadero padre…pero asumió ese papel sin conocerlo y solo viendo a un bebé en medio del mar.

No había palabras para describir ese hermoso sentimiento de paternidad que tenía aquel hombre, pese a que genéticamente no lo era…él era su padre y nadie podría cambiar eso, lo quería más que a nada ya que solo lo tenía a ese hombre como su familia.

Sin madre. Sin hermanos. Sin amigos.

Solo su padre y nadie más.

-Creo que tienes razón, hijo. Tomaré tu palabra y me quedaré esperándote, me gustaría que disfrutes más y no tengas que cuidarme más tiempo- La voz sonaba un poco cansada mientras se sentaba en un sofá, su espalda algunas veces dolía y era signo de estar envejeciendo cada vez más con el pasar de los años, su hijo se veía tan joven en comparación a él.

-¡Gracias por entenderlo, padre!- El dió un emocionado asentimiento mientras empezará a querer retirarse, pero se dió vuelta y lo vio con una enorme sonrisa.-Siempre lo mencioné y lo seguiré haciendo, pero me gustaría que sepas que te quiero mucho, padre. Siempre has cuidado de mí aunque no tenga tu sangre, estaré eternamente agradecido por acompañarme incluso hasta el día de hoy que es mi…premiación-Su voz era alegre junto a la mezcla de amor hacia dirigida al hombre que era su padre.

Sabía de aquel “mundo oculto" para los humanos, no quería que su padre se viera afectado por esto.

Por eso él lo cubriría el mayor tiempo posible, hasta que su alma sea reclamada por el tiempo de envejecimiento.

Le daba terror esa idea, pero veía que el tiempo actuaba más rápido de lo que pensaba y pronto se llevaría a su padre.

Por eso quiere que descanse y no se esfuerce más de lo que su cuerpo podía, este viaje podría hacerle mal a su cuerpo, un viaje de entrenamiento y concentración.