Ilícito °AiDeku°

11

Aizawa estaba exhausto. La segunda ronda de exámenes de los mocosos había llegado a su fin y llevaba cuatro días corrigiendo sin parar.

Estaba muy orgulloso de Izuku por haber llegado a tiempo con sus estudios. Había hecho un poco de trampa y se había encargado de buscar todos los exámenes del mocoso para corregirlos primero. En todos había obtenido un merecido diez.

Desde que habían iniciado, Midoriya había sido claro y cortante con el tema. Shota jamás, por nada del mundo, podría meterse con su educación. Nada de sumar puntos para favorecerlo ni darle pistas de exámenes. Absolutamente nada.

El hombre estaba maravillado por esa madurez, Izuku cada día lo sorprendía más. Y aunque Shota siempre fue creyente de que se mantendría al márgen de eso, se había encontrado a sí mismo casi desesperado por revisar primero las notas de Izuku.

Ahora no estaba tan seguro de su punto de vista. Si Midoriya fuera de esas personas que salen con alguien por conveniencia, lo tendría comiendo de su mano. Porque, siendo sincero con él mismo, Aizawa no dudaría en sumarle puntos al caprichoso mocoso. Su ser racional y moral parecía morir cuando se trataba del pecoso.

"¿Planea visitarme hoy por la noche? Porque los chicos me invitaron a festejar por el final de nuestros exámenes. Avíseme."

La vibración del aparato sobre la mesa ratonera llamó la atención del adulto. Dejó el boligrafo rojo a un lado y tronó su cuello, quería descansar.

Su ceño se frunció un poco al leer el texto. Mierda, odiaba a los amigos de Izuku. Odiaba saber que la mayoría tenían segundas intenciones con él.

Pero, más allá del odio que les tenía, no podía prohibirle al mocoso salir a divertirse. Un suspiro salió de los finos labios mientras escribía una respuesta.

"Tengo demasiado trabajo.
Sal a festejar, mocoso. Nos veremos luego."

"♡"

Shota bufó por el emoji cursi, el pecoso era un meloso de primera.
Daba igual, de todas formas no podría haber ido a visitarlo esa noche.

"Envíame tu ubicación."

"Claro."

Aizawa solo era precavido, algo podría pasarles a sus alumnos y él debía saber dónde se encontraban.

Cuando dieron las tres de la mañana, decidió dejar el trabajo. Le quedaban solo algunos exámenes por corregir, terminaría mañana.

Tomó su celular y examinó la ubicación en tiempo real que le había enviado el mocoso. Aun seguían en el mismo antro. Aizawa no creía que Izuku era de esos muchachos que disfrutan salir a beber, pero la influencia del resto de sus amigos lo debe haber motivado.

No quiso molestarlo, así que mejor se metió en sus redes sociales para matar el tiempo antes de dormir.

Sus finas cejas se fruncieron al ver una imágen subida por Izuku. Iida, Todoroki y Katsuki salían también, eso no fue lo que le molestó. Los ojos negros del hombre estaban concentrados en una mocosa que estaba pegada a Midoriya.

Las mejillas pecosas estaban sonrojadas, no sabía si por la ingesta de alcohol o por la cercanía de la fémina. Solo pensar que era por la segunda opción hacía arder el estómago de Aizawa.