Shoto estaba tan furioso que podía sentir la sangre burbujeando dentro de sus venas. Y es que él simplemente no podía entender qué mierda había visto Izuku en ese maldito hombre que ya había demostrado ser un imbécil.

Luego de dejar al pecoso en su casa, recibió varios mensajes de texto de él. Por suerte, el chico parecía un poco mejor y había cumplido su promesa de mantenerse en contacto.

Todoroki mentiría si dijera que no se alegraba de haber recuperado su amistad con Midoriya, aunque no sabía muy bien si podría catalogarse como eso. Quizás aun era muy pronto para dar afirmaciones, el ambiente seguía algo tenso.

"Quizás deberías pensarlo de nuevo. Entiendo que te sientas mal en la academia, es lógico luego de lo que ocurrió. Pero no puedes dejar que ese imbécil modifique así tu vida, Izuku. Es tu futuro."

El pecoso arrojó el celular lejos. Mierda, odiaba admitir que Shoto tenía toda la razón. Sabía que no podía simplemente escapar de esa situación, tarde o temprano iba a tener que regresar a UA y cruzarse con los dos adultos. Aun cuando la mujer no trabajaba allí, ambas academias solían trabajar juntas en eventos y demás.

Pero por un momento, solo por un momento, Midoriya quería fingir que no fue tan idiota como para meterse con un hombre, mayor de edad y que para colmo era su maestro. Quería fingir que todo eso no había ocurrido y disfrutar de un simple viaje.

Serían solo algunas semanas lejos de la escuela antes de que las clases terminaran, eso no sería problema. Pero, tal como Todoroki decía, su orgullo dolía por tener que alejarse para poder superarlo.

La academia era su vida. Allí se preparaba para cumplir su sueño, estaba con sus amigos y pasaba todo su tiempo. Tener que alejarse de todo aquello que amaba por culpa de ese maldito le enfermaba.

Tendido sobre  la cama, Izuku lucía derrotado. La mirada del zagal se posó sobre su maleta, al fin estaba terminada. Solo debía esperar a que su madre finalizara su jornada laboral para irse al bendito aeropuerto, viajarían de noche.

Con pereza, el chico se removió para buscar el aparato que había sido lanzado lejos.

"Ojalá pudiera simplemente quedarme, pero no es así como funciona. Gracias por preocuparte, en serio. Pero ya dejemos de hablar de esto."

Todoroki leyó el mensaje una y otra vez. Extrañaba demasiado la cercanía que tenía en antaño con el pecoso. Después de todo, era el único al que consideraba un verdadero amigo en aquella academia. Se odiaba por haber jodido su relación.

"Bien, lo siento. Solo me inquieta saber que pude hacer algo para evitar esto."

Izuku leyó el mensaje varias veces, pensando en qué responder. Aunque estaba muy agradecido con Shoto por preocuparse por él y haberlo ayudado aquella vez, no podía simplemente perdonarlo por lo que había ocurrido. Tampoco podía perdonarse él, había tratado mal a su amistad más cercana para mantener una mentira con un hombre. Que desleal de los cojones.

La atención del pecoso se desvió al timbre de la casa. Mierda, si era otra de esas niñas vendiendo galletas, le mandaría al demonio por pegarse a su puerta. No tenía ánimos de ser amable y eso le molestaba aun más, parecía que el hombre tenía el poder de cambiar hasta su forma de ser.

Izuku bajó las escaleras con calma, estirando los brazos sobre su cabeza. El cuerpo le dolía horrores, cada músculo de su cuerpo resentía el duro entrenamiento que llevaba esos días para drenar su cuerpo de todos los malos pensamientos.

Ilícito °AiDeku° Where stories live. Discover now