CAPITULO 5

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Milo llevo su mano al corazón, la repentina agitación lo alarmó. Se sintió mejor poco despues, arrugo la frente pensando que el susto Sigmud ha causado ese pequeño malestar.

—Estamos unidos literalmente. Pero dejemos eso de lado, ¿Como te va con tu mujer? ¿cumplió tus expectativas? —pregunto Sigmud, cruzándose de brazos.

—No me asustes así, y Bianca no es mi mujer, todavía no...—expreso Milo con inseguridad —Es una preciosa chica, pero porque la hiciste tan adulta y alta, me siento algo abrumado por su presencia—

—Tu pediste una "mujer exótica", por lo que la altura y edad eran necesarias. Eso te pasa por no ser específico—

—Tranquilo no me quejo, me encanta Bianca. No sabes lo feliz que me hace tenerla a mi lado—Al ver la hora comenzó a caminar hacia la salida.

—Para ella eres su alma gemela, así que no la perderás jamás. Creo que tienes una cita, ¿me equivoco? —Sigmud lo siguió.

—Mas o menos, Le diré a Bianca que sea para mañana. Halloween será la mejor oportunidad para que podamos divertirnos—

—Si tú lo dices, te aconsejo que la disfrutes en todas las formas que se te ocurran—

Los ojos de Milo se abrieron de par en par ante tales palabras.

—Yo, no haría nada indebido así de rápido, debo conquistarla primero —

Sigmud río, el chico todavía tenía mucho que aprender.

—Menudo virgo, espero no se arrepienta antes que enloquezca. Yo me voy, nos vemos—

En un instante, Sigmud desapareció, dejando a Milo confundido con lo último que dijo. Algunas personas cercanas miraban al chico con extrañeza, Milo se sintió un poco cohibido por la extraña tanta atención, pero siguió su camino ignorando a la multitud.

Al llegar a la vivienda donde residía Bianca, no le dio tiempo ni siquiera para tocar el timbre, cuando una mujer ahora con una blusa oscura manga larga que dejaba sus hombros descubiertos y unos pegados jeans azules, abrió la puerta.

—Mi amor, te extrañe. No sabes cuánto he ansiado verte— exclamo Bianca, abrazándolo tan fuerte que a Milo le costó respirar.

—Yo igual, pero solo fue un día...—respondió Milo, sintiendo sus mejillas calientes.

Bianca lo soltó, sonrió, miro alrededor y después lo arrastró a la habitación.

—Tito se fue a trabajar, así que estamos solos —expreso con tono pícaro, cerrando la puerta detrás de ellos—Mira el lugar, gracias a él ya tengo cosas decentes. Es una buena persona —

El cuarto era más acogedor, un colchón de una plaza ahora decoraba la esquina de la habitación, había un televisor viejo y una mesita, además de algunos adornos y una planta. Milo no podía creer lo rápido que se adaptó, pero también ciertos celos le brotaban. ¿Ese hombre lo hará de corazón o por otro motivo?,¿Porque darle tanto a una desconocida?

—Supongo que te habrá pedido algo a cambio—Milo arqueo una ceja, estudiando a Bianca.

La chica se acomodó en su colchón, cruzo sus piernas y miro a Milo.

—No nada, por cierto ¿ya nos vamos a nuestro almuerzo? —pregunto con los ojos brillosos.

Milo suspiro antes de sentarse a su lado, tomando una de sus manos.

—Quiero hacerlo mañana, es Halloween y es un día muy especial. Podremos disfrutar de la noche, hay fiestas en toda la ciudad... —explico Milo hasta la reunión con los chicos de su universidad.

LOVE FEITWhere stories live. Discover now