CAPITULO 8

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Luces tenues se filtraban entre los párpados del joven, el ruido ahogado de la música se escuchaba de fondo, con un tambaleo. Cuando sus sentidos se reactivaron, lo primero que Milo noto fue una cabellera blanca caía por encima de su rostro.

—Mi-milo...ya despertaste, ¿cómo te sientes? —

Milo reconoció de inmediato aquella voz, era Bianca quien se encontraba reposando a su lado, aun vestida con el antifaz de zorro.

—Un poco mareado ¿Qué paso? —Milo intento incorporarse, pero se sintió algo pesado.

Bianca con cuidado lo ayudo a acomodarse, hasta que quedo recostado en la cabecera de la cama. De inmediato gotas de agua cayeron en sus mejillas, confundiendo a Milo.

—B-bianca, ¿porque lloras?, no te pongas así —

—Tuve tanto miedo, te fuiste unos segundos, ¡creí que no volvería a verte! — expreso la mujer aferrándose como una niña pequeña, haciendo sonar el llanto en cada palabra — Sentí la mirada de todo el mundo sobre nosotros, vi como esas amigas tuyas trataron de acercarse a ti. Yo solo te tomé en mis brazos y lo único que pensé era, llevarte a un lugar seguro —

— Relájate, estoy bien. Te agradezco lo que hiciste por mí, no sé qué me sucedió...pero estoy bien —trato de tranquilizarla, besándola con cariño en la frente— En donde estamos... ¿en la discoteca? —Milo trato de mirar a su alrededor.

Se encontraba en una habitación amplia, con decoraciones minimalistas. Tenía una ventana con cortina, y en el lado opuesta, la puerta del baño.

—En un hostal no muy lejos, falta todavía unas horas para el amanecer —contesto Bianca, limpiándose los ojos con las mangas de su chaqueta.

—Este Halloween salió mal, lo siento...debe ser molesto ir con un chico que no se puede emborrachar, no sabe bailar y se desmaya repentinamente —

— No digas eso yo lo disfruté, me divertí. Además, aun es de noche —dijo la mujer con una sonrisa, despojándose de su chaqueta y accesorios.

El chico la miró con atención, pudo notar como arrodillada en la cama su figura estaba perfectamente resaltada. El escote de la blusa y el ajustado pantalón hacían juego, enmarcando los atributos de Bianca.

—¿Que estás haciendo?, mejor volvamos a casa —

— No, quiero continuar el Halloween contigo. Aquí y ahora, quiero disfrutar este momento —

—Espera... ¿De qué momento hablas?, ¿Bianca? —Bianca se encontraba acariciando el torso del chico, luego el rostro, acercándose a besar sus labios.

Milo a pesar de la confusión, correspondió.

—Me sentí tan celosa cuando esa Vanesa te tomo entre sus brazos, y la otra estúpida de Yolanda toco tu cabello...—

—Son compañeras, solo querían hacerme beber. Nada más—

— Entonces hazme creer, convénceme que soy la única— La mujer abrazo al chico, besándolo apasionadamente sin detenerse en las caricias.— ¿Te gustaría probarme?.—

Aquella pregunta tan extraña, le parecieron graciosas al joven quien río ingenuamente, sin entender por completo.

—¿Como que probarte?, ni que fueras un helado o algo así —

—No me refiero a eso, sino que... que me folles —

El ambiente cambio, Milo se petrifico, sin creer lo que su novia acababa de decir.

—Por favor, ayuda a una mujer en necesidad. Necesito saber que me quieres con el acto más carnal y primitivo. Me siento tan ansiosa, necesito hacer el amor contigo — La peliblanca sin esperar una respuesta, se sacó la blusa, revelando sus grandes senos. Milo se quedó hipnotizado tragando saliva, su mirada estaba perdida en los apretados pechos que apenas el sujetador ocultaba.

LOVE FEITTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang