CAPITULO 14

1 0 0
                                    


La puerta se abrió con delicadeza, Milo retrocedió. Su madre apareció en su campo de visión, no se veía diferente, aunque algo en ella lo ponía nervioso.

—Mama...—pronuncio Milo, sin atreverse a entrar.

—¡Milo!, ¡Por fin te encuentro!, ¡Me asustaste mucho! —exclamo, tomándolo del rostro con fuerza, observando cada parte de él.

—No es necesario, no tengo ningún rasguño. He venido a hablar contigo —propuso, mirándola a los ojos.

La mirada de su madre se volvió triste, bajando hacia el suelo.

—Entra Milo, yo también necesito hablar contigo —

Milo ingreso a la casa, se sentía extraño a pesar que solo estaba ausente una noche. Se sentó en el sofá mientras su madre se paró enfrente

—Perdón por mi forma de actuar. No es que no quiera verte feliz, simplemente no puedo soportar el hecho que destruyas tu vida, tu tiempo por un amor imposible —hablo su madre, con un semblante de culpa y tristeza.

Milo se removió un poco incómodo, no quería creer que Bianca fuera un error, ni el haber huido.

—Lo que tengo con Bianca no es un amor imposible. Yo soy adulto y ella también. Va tener un hijo mío, yo quiero estar a su lado, no te pido que me apoyes, solo respetarme. —aclaro Milo con seriedad, tratando de mantener su mirada alta.

—Esa put...Bianca, admito que es una mujer trabajadora, pero esa chica está obsesionada contigo. Lo supe desde un principio, nunca paraba de hablar de ti, de cuánto te quería. Hasta podría creer se embarazó intencionalmente. —acuso, sentándose a un lado de él.

Milo la miro con indignación, no podía creer que su propia madre dijera eso. Era injusto e irracional.

—Bianca no haría nada para dañar mi vida. Al contrario, siempre me apoya ¿Acaso no viste como venía a visitarme?, ¿Como me cuida? —cuestiono, recordándole días pasados.

—Manipularte a abandonar todo sin pensar en tu futuro, eso no es una buena mujer. Es una persona egoísta que solo piensa en sus intereses —aclaro con firmeza.

Milo se levantó de su asiento, furioso.

—Tú no sabes nada de Bianca. Solo haces suposiciones sin pruebas — Milo tenía la adrenalina disparada, quería terminar la charla y salir corriendo — Ella me ama como nadie, es perfecta. Voy a ser responsable, estaré con ella y formare una familia. No me importa que no me acompañes, pero no te metas en mis asuntos. —finalizo, apretando los puños.

—¿Responsable?,¿Abandonar la universidad, a tu madre y todo por una locura? Milo eso es tonto, si quieres ser un buen padre termina tus estudios. Ya te falta poco, solo este año. Además, que clase de ayuda le vas a dar a esa chica si apenas sabes cocinar o mantener una casa. No me hables de responsabilidad cuando ni siquiera puedes cuidar de ti. —se acercó a Milo, tomándolo del hombro, pero este lo alejo de inmediato.

—No, ¡ya basta! Yo vere que voy a hacer con mi vida, no te metas, no esta vez. — Milo se levantó hacia la puerta, tomo la manecilla dispuesta a abrirla.

—¡Milo!, ¡Vuelve aquí! —grito Tiana acercándose molesta, tomando su brazo izquierdo—Yo que sacrifique mi vida por ti, ¡Mi propia vida, todo para ayudarte!, ¡¿Acaso es esto lo que obtengo a cambio?! —exclamo, con la voz quebrada.

Milo no quería escuchar, no quería saber, no quería pensar. En ese momento solo tenía un pensamiento: "No caigas, no seas débil"

—No te pedí que hicieras eso, ¡Fue tu elección! — expreso, alejando a su madre. —Ahora solo te ordeno que no te involucres en mi vida, no vayas a buscarme ni a atacar a Bianca, nos vemos —finalizo, abriendo la puerta.

LOVE FEITWhere stories live. Discover now