CAPITULO 7

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El tiempo pasaba y a las 9:30pm, ambos caminaban por un ancho pasillo, ahora convertido en feria de Halloween. Milo observaba un puesto de disfraces, estaba obligado a buscar algo, pues la entrada a la discoteca requería de ello.

—¿Qué te parece?, Me veo como Jason Voorhees —dijo Milo mostrando una máscara con la que apenas podía respirar.

—No, quiero ver tu bello rostro —replico Bianca, posando la mirada en una sección de antifaces.

—Entonces, ¿qué puedo usar?. Recuerda que sin mascara, no hay disfraz—

—Que tal de vampiro, puedes usar un antifaz negro y unos simples colmillos—

Milo se vistió con lo que Bianca pidió, cuando termino ella comenzó a reir haciéndolo avergonzarse un poco

—Chúpame la sangre, mi vampiro —pronuncio la chica, posando su cuello enfrente del rostro de su amado.

Milo estaba confundido, no entendía si aquello era un juego, pero la actitud de Bianca seguía siendo tan atractiva que no pudo resistirse. Se aproximó, olfateando el aromo y con un impulso se atrevió a besar la zona, mordiendo muy suavemente.

—Rico...—Bianca suspiro, acariciando el cabello de Milo

—Estas loca, ¿qué planeas usar tu? —pregunto, observando las diferentes opciones.

—Algo simple y barato como una... ¿Kitsune? — Bianca leyó el pequeño cartel, antes de tomar la máscara y vincha de color rojizo con blanco.

Cuando termino de acomodarse, Milo la vio. La chica lucia sexy con lo que era más un antifaz que resaltaba sus ojos y la vincha de orejas de zorro.

—Aunque solo son dos accesorios, te vez más dulce — Milo la beso sin permiso, ignorando la mirada de cercanos.

Se perdieron en el tiempo, sin notar el avance de los minutos entre risas, paseos y caricias. Cuando se percataron de la hora, ya estaban llegando tarde. Se dirigieron a la parte trasera del centro comercial, al pasar la reja la salida la vista era impresionante. Había una recta de locales a la orilla de la carretera, grandes carteles de neón parpadeaban dando un ambiente extravagante.

Muchas personas iban y venían de un lado a otro, los ruidos de las músicas provenientes de las discotecas resonaban por todas partes.

—¿Cuánto falta? —Bianca elevó su voz con entusiasmo, tratando de superar el bullicio circundante —Estoy ansiosa por moverme, tengo una cantidad inmensa de energía que liberar —

—Ya casi —Milo la guio a través de la multitud hasta llegar al final de la calle, donde identificó un local con las letras "L&B". En ese lugar, reconoció a sus compañeros.

Revisaron una última vez sus apariencias, Milo se encontraba emocionado y un poco aterrado. A pesar que en otras ocasiones había estado en sitios así, por primera vez estaría con una pareja.

—Miren llego Milo, por fin te has dignado a aparecer —exclamo Vanesa, que vestida como caperucita roja, fue a abrazarlo con efusividad.

Los otros tres invitados le hicieron una seña con la mano. Ahí estaba Brian quien le presento a su novia, Yolanda. Se le veía muy chibola como si fuera una escolar, vestida de forma oscura con unos minishorts, cortas botas y un top que revelaba su morena piel.

Y finalmente estaba Marcelo, el cual lucia una túnica de Harry Potter con unos pantalones negros y botas. De rostro serio y con varios piercings, estaba apoyado en un poste de luz, observando a todos con detalle.

— Perdonen la tardanza, ¿Y dónde están los demás? —

—No van a venir, esos aburridos decidieron irse a otro lugar. ¡Ah! ¿Quién es ella? —expreso Vanesa mirando a Bianca con curiosidad.

LOVE FEITWhere stories live. Discover now