CAPITULO 11

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—No eso es...imposible, ¡Estás mintiendo! —Con rápido movimiento, Tiana tomo la prueba de embarazo de las manos de Bianca, observando los resultados.

Efectivamente, la prueba de embarazo mostraba positivo. Milo permanecía en shock, sin decir palabra alguna sabiendo muy dentro de él que Bianca no estaría mintiendo. No podía creer que se volvería padre tan joven, ni se sentía listo para tomar ese tipo de responsabilidad.

—Jamás mentiría con algo así, yo...—

—Ustedes nunca han tenido relaciones, no tiene sentido. ¿Con quién te has acostado?, ¡Responde! —espeto Tiana acorralando a Bianca contra la pared.

La peliblanca se plantó firmemente, sin intimidarse por el tono agresivo de Tiana. Con una mano mantuvo la distancia y con la otra cubría su vientre, mientras su rostro tomaba una expresión severa.

—Nadie más que Milo, ¿cree que sería capaz de acostarme con alguien más?, ¿De traicionarlo? —Bianca apretó los dientes, una acusación así no la iba a pasar por alto; y menos con Milo presente.

—Eso es una mentira, no puede ser el padre. ¡Milo!...—Tiana se volvió hacia su hijo, con intención de buscar apoyo.

El rostro de Milo mostraba incertidumbre, sus manos temblaban, sus piernas parecían gelatina, sentía que en cualquier momento iba a desmayarse.

—Ella dice la verdad mamá...—respondió Milo, no sabía por dónde empezar.

Aquellas palabras hicieron aflorar el enojo que Tiana trataba de controlar. Su hijo había perdido el juicio, se había acostado con esa mujerzuela.

—No es posible, ¡no creo nada de lo que me dicen! ¡Ustedes están mintiendo! ¡Ese bebe no es de mi hijo! —grito Tiana, furiosa, dándole una bofetada a Bianca.

La mano de Tiana golpeo tan repentinamente, que Bianca no logro reaccionar, el dolor recorrió todo su rostro. Milo no tardo en ponerse de pie y cubrir a su novia.

—Basta mamá, ¿Qué te pasa? —Expreso Milo, mirando a su madre con miedo, sin embargo Bianca lo tomo de la cintura, apartándolo atras de ella

—Estoy bien, no te preocupes—dijo Bianca, acariciando suavemente el cabello del muchacho, sin quitar la vista de Tiana.

—Me acosté con Milo aquella fiesta de Halloween, y también nos hicimos pareja —explico Bianca, sin vacilar. —Ambos entregamos nuestra virginidad, porque nos amamos, y de esa hermosa unión surgirá este pequeño —

Milo permaneció en silencio, trago grueso al escuchar la valentía que su novia tenía. Aunque avergonzado consigo mismo por no compartir aquel mismo sentimiento, en aquella noche apasionada. Para Bianca fue amor, pero para Milo solo fue un acto carnal, la lujuria dominó sus acciones y ahora no podía negar lo ocurrido.

—No puede ser verdad, es mentira. ¡¿Milo?! Dile a esta mujer que se equivoca, dime que es una mentira —Tiana seguía empeñada en ser esceptica, aunque no le duraría mucho.

El silencio reinaba nuevamente, y eso no ayudaba a Tiana. Milo trato de responder, pero las palabras se atoraban en su garganta.

—Yo...mamá —balbuceo Milo, tratando de aclarar las cosas, pero antes de que dijera algo más, Tania casi lo abofetea, siendo Bianca quien se interpuso tomando la muñeca a Tiana.

—¡Ni te atrevas!, ¡No toques a Milo! —exclamo Bianca, mirando a Tiana con odio.

Tiana estaba indignada, furiosa. Sus ojos brillaban y la cabeza estaba hecha un lio. El silencio de su hijo solo confirmaba las declaraciones de Bianca, y lo peor es que la maldita lo habría manipulado, al menos eso pensaba.

LOVE FEITWhere stories live. Discover now