🪷 Capítulo 17 🪷

498 72 5
                                    


Sin embargo, no era fácil.

Demian chasqueó la lengua.

«No hay manera de que Su Majestad se limite a mirar.»

Al Emperador Alexander no le agradaba el Duque de Spencer, por lo que no había manera de que enviara a su amada hija a esa familia. Y el mayor problema de todos era que Raymond odiaba a Agnes.

—Las opiniones de los nobles tampoco son buenas. No se debe tolerar esta molestia que desprestigia el honor de la Familia Imperial —añadió Raymond como si realmente estuviera disgustado.

Demian frunció los labios mientras escuchaba dócilmente. Por supuesto, admitía que Agnes era arrogante y una enorme molestia para la Familia Imperial, pero...

«Por mucho que le gustes, ella es mi hermana menor y la Princesa, así que, ¿no la estás criticando demasiado?»

Desde la antigüedad, por muy mala que fuera la relación entre hermanos, no se sienten bien cuando otros hablan mal de ellos.

Demian se aclaró la garganta con fuerza para cambiar la atmósfera.

—Aun así, dijo que ya no te molestaría más, echemos un vistazo.

—Entiendo, Su Alteza.

—No te preocupes por Agnes. No hay necesidad de criticar a esa niña en mi presencia.

Raymond notó que el Príncipe Heredero estaba un poco molesto, pero no se disculpó ni corrigió sus palabras, y solo se limitó a inclinar la cabeza con expresión de lealtad.


Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Mientras tanto, las doncellas se alborotaron cuando vieron que Agnes regresaba cubierta de sangre.

—¡Ahhh! ¡¿Cómo pudo pasar esto?! No está herida, ¿verdad?

—¿No fue a una misión? ¿Se encontró con algún monstruo?

La preocupación se sentía en las voces de las dos doncellas.

Aunque la vida diaria de las doncellas era ser acosadas constantemente por Agnes, tenían un nivel apropiado de afecto porque disfrutaban de varias comodidades gracias a ella.

Agnes se bañó con agua tibia siendo ayudada por las doncellas.

—¿Qué ocurrió? —preguntó Chloe, entregándole una taza de té caliente a Agnes.

Agnes tomó la taza y bebió el té.

—Habría sido un desastre, pero gracias a Sir Gray estoy sana y salva.

No mencionó que estuvo a punto de morir porque Kaylo podría estar en problemas si el Emperador se enteraba. A cambio, Agnes dijo que la crisis fue superada gracias a Kaylo.

La Princesa otaku trabaja duro hoyWhere stories live. Discover now