12."Piezas de puzzle."

11 3 0
                                    

Estoy perdiéndome la clase de historia, pero en realidad no me importa, porque ahora mismo estoy buscando a Lucía por todos lados. El instituto es enorme, lo reafirmó una vez más y me doy cuenta de que apenas he conocido muy poco hasta el momento. Luego de quince minutos de búsqueda, por fin la encuentro frente a la fuente en la entrada del instituto. Mi hermana se encuentra charlando con la misma castaña con la que caminaba por los pasillos cuando estaba en la clase de Edgar hace un rato.

—¿Por qué no estas en clase?—me pregunta Lucía al verme caminar hacia ella.

La castaña voltea al notarme y en cuanto la veo le reconozco al instante. Regina LeBlanc, a quien mejor conozco como Gigi, se encuentra sonriéndome de forma encantadora y por más que estoy enojada con Lucía, logro sonreír de forma forzada para no ser descortés con la amiga de mi hermana.

—¡Olivia, que bueno verte!—exclama Gigi con alegría.—Estás hermosa, por cierto.—agrega, guiñándome un ojo.

Regina y Lucía fueron compañeras en la secundaria y sabía que seguían en contacto, pero dudo que ella haya dejado su vida en Barcelona para venir de visita a este sombrío internado.

—También es bueno verte.—le respondo, sonriendo con confusión.—No quiero sonar odiosa, pero ¿qué haces aquí?

—Con todo lo que está pasando, la directora Davis creyó que necesitarían hablar con alguien y como la anterior psicóloga de Saint Laurent no se encuentra debido a problemas familiares, sugerí que contratase a Gigi.—me cuenta Lu, encogiéndose de hombros con simpleza y manteniendo una sonrisa.—Ella se graduó hace poco. Lo sabías, ¿no?

Asiento con la cabeza lentamente en respuesta, recordando que estoy enojada con mi hermana.

—Ludía me contó todo lo que ha sucedido.—dice Regina, colocando una de sus manos sobre mi hombro derecho.—Y quiero que sepas que estoy aquí si necesitas hablar, no importa el horario. ¿Vale?

Vuelvo a asentir lentamente.

—Lo aprecio mucho, Gigi. Pero en este momento quiero hablar con mi hermana.

Regina y Lucía se miran entre sí, mientras que yo me mantengo fulminando con la mirada a mi hermana. Finalmente, Gigi se encoge de hombros, volviéndose hacia mí.

—Iré a desempacar.—nos dice, sonriendo.—Fue un gusto verte, Olivia.

—Igualmente.—respondo, esta vez con sinceridad.

Regina nos deja a solas y entonces mi sonrisa se borra, mientras Lucía entrecierra sus ojos.
—¿Por qué no estás en clase?—pregunta nuevamente.

—¿Acaso ahora un oso puede escribir?—pregunto, molesta.

Lucía vuelve a fruncir el ceño.

—¿Por qué los osos podrían escribir?—me pregunta confundida, a lo que suelto un bufido.

—¿Por qué los forenses dijeron de forma oficial que a Lexie le atacó un animal?—pregunto una vez más, pero ahora yendo directo al punto. El ceño fruncido de mi hermana se desvanece poco a poco.—Por favor dime que esa mierda no fue lo que dijeron a su familia...

—Bueno...—comienza a decir.

—¡Lucía!—exclamo, indignada.

—¡Que no, Olivia! Ellos saben lo que pasó, pero decidieron llegar a un acuerdo: dinero, a cambio de silencio.—me cuenta.—No soy quién da las órdenes, ¿vale? Katie no quiere que ocurra un escándalo, mucho menos que hayan estudiantes yéndose del internado.

—La directora Davis como siempre tan acertada, aunque olvidó que tenemos dos opciones: irnos por nuestra cuenta o en bolsas de cadáveres.—digo, sarcástica, en lo que mi hermana revira sus ojos poniéndolos en blanco por un momento.—¿También lo hicieron con Verónica?—le pregunto, bajando la mirada. Lucía no contesta.—¿La causa de la muerte de Verónica también fue falsificada? ¡Dímelo!

JUEGOS DE PODERWhere stories live. Discover now