18."Rosas color sangre."

6 2 0
                                    

—Este te quedará bien.

Volteo para ver el vestido que Lucía me escogió para el baile de hoy. Es un vestido rojo vino, ajustado hasta la cintura y con caída suelta hasta abajo, abierto en una pierna de forma elegante. Trato de alejar de mi mente todas las inseguridades que mi madre me ha creado y disfrutar lo linda que me veo.

—Gracias.—le digo, estirándome para tomarlo.—No entiendo por qué no vas al baile.—agrego, frunciendo el ceño.— Te gustaban mucho los bailes.

Mi hermana se ríe.

-—Sí, cuando iba en preparatoria, Olivia.—me contesta, divertida, llevando una de sus manos a su cintura.—Eso fue hace años y las personas cambian.

Lucía voltea para buscar unos tacones adecuados y de forma distraída fijo mi vista en sus zapatos, notando lo familiares que me resultan, pero no porque sean de ellas, sino porque siento que las vi hace poco...

Mi mente se ilumina al recordar, como un bombín. Las vi en el instituto aquella noche, cuando vi a esas dos personas que hablaban en la oscuridad aquella vez que estuve en la oficina de la señora Harris con Gael.

—Lindas zapatillas.—le digo, pronunciando cada palabra de forma pausada.—¿Son nuevas?

—No llevarás zapatillas con semejante vestido, si eso es lo que estás pensando. —me dice Lucía, con diversión.

—No pensaba en eso.—le aclaro.—Es sólo que siento que las vi antes.

—Las compré hace unas semanas.—me hace saber.

Así que... ¿Lucía es una de las personas que vi aquella noche?

—¿Qué hay entre Hades y tú?—me pregunta repentinamente, cambiando de tema.

Mientras me despedía de Hades, mi entrometida hermana estaba observándonos. La próxima vez seré más precavida, pero es que en verdad no esperaba que hubiese nadie en el bosque, menos ella de entre toda la gente.

—Somos amigos.—me encojo de hombros, restándole importancia.—¿Las llegaste a usar por aquí?—pregunto nuevamente.—Me refiero a las zapatillas.—le aclaro.

—¿Por qué tantas preguntas?—me pregunta y voltea a verme extrañada.—Te las prestaré luego, ¿vale?

—Solo preguntaba.—le digo, confusa por su reacción.

Lucía me da el vestido y los zapatos sin decirme nada más y salgo al pasillo en silencio, pero puedo sentir el ambiente entre nosotras bastante tenso y con eso confirmo que es ella quien vi aquella. Porque, ¿por qué tan a la defensiva si no?

En camino a mi habitación, me encuentro a Lilith saliendo de la suya.

—Ahora entiendo por qué fuiste con Gael.—me dice, arqueando una ceja.—Él era tu reemplazo.

La decoración. Mierda, lo olvidé.

—Ay, Lili. Perdón.—me disculpo, apenada. Lilith se cruza de brazos—No fue mi intención dejarte plantada, te lo juro.

Lilith relaja los hombros y deja atrás su semblante serio, sonriendo levemente.

—No importa, solo bromeaba.—me cuenta, divertida.—Después de todo, no quedaba mucho por hacer y Gael fue genial como ayudante.

Ay, pobre Gael. Lo involucré en esto y luego lo abandoné. Necesito encontrarlo, disculparme por eso y hacerle saber sobre los mensajes de Zayd en el teléfono de Hades.

—Sobre eso, ¿sabes dónde está Gael?—le pregunto.

—¡Justo íbamos a vernos e ir por un café!—me dice, sorprendida y emocionada.—Podríamos ir juntas. ¿Quieres?

JUEGOS DE PODERWhere stories live. Discover now