13."Los osos siempre están de cacería."

4 2 0
                                    

—¿Qué haces aquí, Ascian?—pregunto, tratando de parecer calmada, aunque seamos honestos: yo podría estar de diez mil maneras junto a Ascian Morrigan, pero calmada no sería ninguna de ellas.

¿Fue él una de las personas que vi junto a Gael?

—Decirte ¿a ti qué te importa?, sería una respuesta ideal, pero digamos que hoy me siento benévolo.—me dice, siendo tan apático como siempre.—No podía dormir y salí a caminar.—confiesa, metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón.

—Me sorprende que no te resulte tenebroso salir a caminar a estas horas teniendo en cuenta todo lo que ha pasado.—le digo con sorna, mirando disimuladamente a nuestro alrededor.

—Pienso lo mismo de ti.—admite, entre cerrando sus ojos y dándome una sonrisa parecida al gato de "Alicia en el País de las Maravillas" y dejándome sin palabras.—Te acompaño a tu dormitorio.

Asiento, apretando mis labios en una fina línea. No tiene caso ponerme a discutir con él, sobre todo cuando sé que el papel del gato de Cheshire parece su estilo de vida.

—¿Y...qué te quita el sueño?—le pregunto, tratando de romper el hielo.

Que tonta eres, Olivia, tratando de "romper el hielo" cuando tienes a tu lado el iceberg que destrozó al Titanic, me regaño mentalmente.

Ascian se queda en silencio por unos segundos.

—¿Tratas de ser mi amiga, Olivia? Porque el hecho de que esté siendo algo amable ahora no significa que dejaré de tratarte como la mierda mañana.—contesta mordaz.

Engreído de mierda.

Me doy por rendida cuando después de otro par de segundos, Ascian vuelve a hablar.

—Me siento culpable por no haber hecho nada para evitar las cosas.—confiesa y juro que por el instante más mínimo, pude oír su voz quebrarse.—Primero Verónica, luego Lexie...—dice con la vista baja.

—Lo de Lexie fue un oso, nadie tiene la culpa de eso...—intento decir para reconfortarle aunque sea mentira, pero Ascian se me adelante y me interrumpe.

—Tú y yo sabemos que eso no es verdad, Olivia.—susurra, con su voz suave y vibrante, envolviendo cada letra de mi nombre en un halo de sensualidad, cómo si susurrase un secreto que sólo dos amantes podrían conocer.—A Lexie la asesinaron.—lástima que la razón de dicho susurro era por algo totalmente opuesto, porque Ascian tenía razón:

A Lexie la asesinaron y eso era algo que no estaba dispuesta a olvidar.

Lo que me extrañó fue ver la mirada de arrepentimiento en el rostro de él en cuanto dijo eso, viéndome con una intensidad cautivante, como si me estuviese advirtiendo de algo...

Pero ¿de qué, Ascian? ¿De qué me estás advirtiendo?

—¿Tú sabes quién lo hizo?—le pregunto.

—Me gustaría.

Ninguno de los dos vuelve a decir nada, nos mantenemos  caminando en silencio. Pero no entiendo...

No entiendo quién eres, Ascian Morrigan, porque algo me dice que no eres en realidad cómo te muestras, y estoy dispuesta a descubrirlo.

—Lamento no haberte dicho cuánto lamento tu pérdida.—le digo en cuanto llegamos a los dormitorios.

Ascian me observa con confusión.

—Lo hiciste, al resto también.—me recuerda, haciendo referencia a Hades, Lilith y los demás.—En el acto de despedida de Lexie.

—Esta vez hablo de Verónica.

Ascian se queda viéndome fijamente, como si tratase de procesar lo que acabo de decir y entonces lo veo. Veo esa diminuta fracción de tiempo en la que su máscara cae y a través de su mirada noto lo mucho que todo esto lo carcome por dentro y no sólo por el hecho de que Verónica haya cometido suicidio y él no se esperase que la mencionase, no.

JUEGOS DE PODERWhere stories live. Discover now